Una novela con un título y esa portada llama la atención, así que cuando en el blog Libros que hay que leer vi que lo sorteaban, aunque era condición indispensable formar parte después de la lectura conjunta, que es algo que a mi no me llama especialmente la atención por eso de tener que leer en un plazo fijo y lo difícil que me resulta, no lo dudé dos veces y me lancé a apuntarme.
Tuve suerte y resulté agraciada, menos mal que cuadré fechas y el libro no era muy extenso con lo que tampoco me quedé muy descolgada de la lectura simultánea que se realizó en Twitter con el hashtag #lecturabicicletas y pude también compartir opiniones por este medio.
EL AUTOR
"El hombre que arreglaba bicicletas" es su primera novela y la podemos encontrar también en formato digital.
El autor posee página web (www.angelgilcheza.com), cuenta en Facebook (Ángel Gil Cheza) y también le podemos encontrar en Twiteer (@AngelGilCheza)
ARGUMENTO
Arthur Font es un escritor de novela negra que muere repentinamente. Su testamento no podrá ser leído hasta que estén presentes sus tres beneficiarias: su esposa, su hija y una tercera de la que nadie conoce su identidad, lo único que se sabe de ella es el nombre.Joaquim, un abogado y amigo íntimo de Arthur, es el encargado de dar con Brenda, la beneficiaria desconocida. Sólo en el caso de que en el plazo de unos meses no se dé con ella todos sus bienes se repartirán entre su viuda y su hija, que curiosamente también se llama Brenda.
MIS IMPRESIONES
No se puede negar que han elegido muy bien tanto el título de esta novela como la portada. Ambas cosas llaman la atención y despiertan tu curiosidad sobre qué encerrará el libro y a la vez poco es lo que desvelan sobre el contenido de la novela, ya que aunque no tardaremos mucho en conocer que refleja la portada, mucho más vamos a tardar en conocer el por qué del título.Las primeras páginas de esta novela son geniales, te desconciertan totalmente. Cuando empecé su lectura no entendía muy bien a dónde me querían llevar, pero una vez despejada esta incóginita este inicio que me pareció genial, puso el listón muy alto para lo que después íbamos a querer encontrar en lo que quedaba de novela.
Uno de los puntos fuertes de "El hombre que arreglaba bicicletas" es la intriga que sobrevuela a lo largo de toda la novela, ya que aunque se van desvelando algunos misterios se abren otras interrogantes que nos hacen seguir pegados a las 247 páginas de esta novela.
Un relato que transcurre en el mismo espacio temporal, con retrocesos puntuales a un pasado que nos darán la información suficiente para que podamos entender el conjunto de la historia.
Es una novela que se lee muy bien, muy rápido, su lectura es ágil, con unos diálogos que ayudan a este ritmo lector, lo que no es óbice para que nos encontremos que el autor ha utilizado un lenguaje muy cuidado, describiendo con acierto pensamientos, sentimientos y actitudes de sus personajes.
Pero a mi los personajes no me han llegado. No he podido sentir empatía con ninguna de esas tres mujeres que acaban conviviendo en una situación forzada, situación que no he logrado comprender y, bajo mi punto de vista, es bastante inverosímil.
No puedo entender a Noelia, la viuda de Arthur, que hizo todo lo que pudo para "pillar" a su marido, para atraparlo y con el que llevó, según parece, una vida más o menos feliz, pero que a la muerte de su marido no sabe como tratar a su hija, porque ella nunca se ha ocupado de ella.
Brenda, la hija, me parece una adolescente de 16 años, quizás por lo mencionado anteriormente, bastante aventajada en algunos aspectos y que campa a sus anchas sin demasiado control. Además creo que todas sus aventuras sexuales no es necesario que sean tan explícitas, no aportando nada especial a la historia principal.
La tercera mujer en discordia en Brenda B., la tercera beneficiaria del testamento de Arthur, el autor de novela negra fallecido, que aunque quizás sea el personaje que más me ha agradado, tampoco con él he podido empatizar del todo.
Y sobre estas tres mujeres el recuerdo de Arthur, un hombre que escondía muchos secretos, que llevaba varias vidas, que tenía sentimientos encontrados y ocultos que nunca llegó a compartir con nadie.
Otro de los "peros" que le pondría a esta novela es que, dado que la novela no es larga ya que sólo tiene 247 páginas y está editada con una letra bastante grande, el autor podría haber ahondado más en algunos aspectos de la novela, podría haberse extendido más, haberse recreado más en algunas partes de la historia, aunque como he dicho, en algunas otras podría haber evitado tanto detalle y hasta quizás haberlas eliminado. Pero claro, todo esto es una opinión totalmente personal.
En definitiva, una lectura en la que la intriga es una constante a lo largo de sus páginas, una historia diferente y contada de forma magistral que se lee estupendamente y que te tiene atrapado hasta el final. Pese a los "peros" que he señalado no quisiera que desecharáis sin más esta novela, ya que son puntos de vista totalmente personales y viendo otras reseñas, no son comunes con lo que otros lectores han apreciado.
Si os animáis a leerla ya me contaréis