
El incidente del equinoccio de otoño comenzó una fría noche de septiembre de 1983. Tan solo 3 semanas antes de aquel día 26, las tensiones entre el bloque occidental y el comunista se habían elevado de forma considerable, debido al derribo por parte de cazas soviéticos de un avión de pasajeros surcoreano en el que varios ciudadanos norteamericanos iban a bordo. Además, la OTAN había ordenado el inicio de una serie de maniobras militares, llamadas en clave Able Archer 83, que simulaban una escalada del conflicto y que finalizaba con el lanzamiento de misiles nucleares. Debido al carácter tremendamente realista del ejercicio, los altos mandos soviéticos interpretaron los movimientos de tropas como un paso previo al lanzamiento de un ataque sobre suelo soviético, y pusieron a todas sus tropas en estado de alerta.
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Con semejante ambiente prebélico, el ambiente era tenso en el centro de mando de la inteligencia militar soviética, donde Petrov ejercía las funciones de oficial de guardia aquella madrugada del 26 de septiembre. Su misión era escudriñar el espacio aéreo soviético, para detectar un posible bombardeo sobre suelo ruso y coordinar en su caso la respuesta a la agresión. A las 00.14, las alarmas empezaron a rugir en el búnker. El sistema de alerta temprana de la defensa aeroespacial había detectado una fuente de calor proveniente del este, cuyas características eran las propias de un misil balístico intercontinental, y su órbita se dirigía hacia suelo soviético. Petrov sin embargo se mostró escéptico: No creía que si Estados Unidos quería iniciar una guerra lanzase tan solo un misil, por lo que achacó la alarma a un error informático y la desestimó.
Sin embargo, a los pocos minutos la situación se puso realmente fea: Los sistemas de alerta temprana comenzaron a avisar de la presencia de dos, tres, cuatro y hasta cinco fuentes de calor dirigiéndose hacia territorio soviético, y harían impacto en cuestión de minutos. El momento era crítico, y la tensión que estaban viviendo los oficiales del centro de mando podría hacer rasgado el aire. Los protocolos de actuación dictaban que se debía informar a los miembros del Politburó y al Estado Mayor de la Defensa de la situación. Además, debían de iniciar la respuesta armada, programando los misiles nucleares rusos para su inmediato lanzamiento contra objetivos norteamericanos.
Petrov se encontró con una dificil encrucijada: O bien informaba a sus superiores de un ataque nuclear e iniciaba los preparativos para un contraataque que sólo podía desembocar en un apocalipsis atómico, o bien se mantenía quieto sin hacer nada y toleraba la muerte de miles de sus compatriotas. Confiando en su intuición, optó por lo segundo y rechazó informar a sus superiores, al considerar que necesariamente debía ser un error. Los minutos que siguieron a ésta decisión se hicieron eternos para Petrov y sus hombres, observando desde las pantallas la trayectoria que seguían las fuentes de calor. Sin embargo, al final súbitamente desaparecieron. Según se pudo comprobar más tarde, el error fue provocado por una fortuita alineación entre el Sol, la Tierra, y los satélites de detección soviéticos, que hizo que los rayos solares fuesen identificados como señales térmicas propias de un misil balístico. Nunca antes la humanidad había estado tan cerca del riesgo de una guerra nuclear.
Según contó a posteri Petrov, consideró el incidente como una falsa alarma porque "nadie empieza una guerra nuclear sólo con 5 misiles". Sus superiores sin embargo consideraron su actitud como de desobediencia, y aunque no fue castigado debido a la naturaleza del incidente, fue degradado de rango y poco después jubilado. Los reconocimientos llegaron más tarde: en 2004 recibió un premio de la Asociación de ciudadanos del mundo como "hombre del año", y en 2006 fue homenajeado en la sede de las Naciones Unidas. El hombre que evitó la tercera guerra mundial pasa en la actualidad sus últimos días como pensionista en un tranquilo pueblo de la Federación Rusa, negando en todo momento que deba ser tratado como héroe. "Todo lo que pasó no me concernía", dijo en una entrevista, "estaba simplemente haciendo mi trabajo, y fui la persona correcta en el momento apropiado. Eso es todo".
Fuentes:- El hombre que salvó al mundo, en noticiasinteresantes.- Al borde de la guerra nuclear, un artículo de muyinteresante.es- World Hero, extenso artículo sobre Stanislav Petrov (en inglés).- Si queréis comprender el funcionamiento de un misil balístico intercontinental, éste artículo de la Pizarra de Yuri es de lo más completo que hay en la red .- Y como no, el correspondiente artículo en la wiki.