La noticia saltaba poco antes del descanso del partido de cuartos de la Copa entre el Blancos de Rueda Valladolid y el Power Electronics Valencia. Sonaba a ciencia ficción, pero desgraciadamente también sonaba muy real. Jerry Sloan iba a dimitir como entrenador de los Utah Jazz y junto a él Phil Johnson, su asistente principal durante los 23 años que el mítico dorsal 4 de los Bulls pasó al frente de la franquicia de Salt Lake City.
La situación en el equipo no era buena. La muerte del mítico propietario Larry H. Miller supuso que su hijo Greg se hiciera cargo de la propiedad y decidiera ejercer política de ahorro económico. En Febrero del año pasado el General Manager Kevin O'Connor traspasaba a Ronnie Brewer a cambio de una primera ronda del Draft. Deron Williams y Carlos Boozer lanzaban el grito al cielo. En verano, tras una nueva derrota frente al eterno rival de Conferencia, Lakers, en Playoffs, salían del equipo el propio Boozer junto a Kyle Korver y Wesley Matthews. El proyecto de los Jazz perdía fuerza y la competitividad del equipo disminuía.
De momento Sloan no se marcha solo. Con él se va también Phil Johnson, el que durante dos décadas ha sido considerado como el mejor entrenador asistente de la NBA. Johnson es la imagen que siempre acompañó a Sloan, quien le sustituía temporalmente cuando éste era expulsado por técnicas o cuando se ausentaba por problemas personales, como la muerte de su esposa. Ambos llegaron juntos a Utah y se marchan juntos. Le sustituirá de momento Tyrone Corbin, un ex jugador de los Jazz (entre otros equipos) y que llevaba varios años como asistente y había sido pretendido por varios equipos este verano.
Se marcha Jerry Sloan como el hombre que hizo de los Jazz uno de los mejores equipos de los 90 en la NBA. Un entrenador que ha batido auténticos récords de permanencia en un banquillo profesional estadounidense. El hombre que hizo soñar a un estado entero con que el equipo de la ciudad más pequeña de la NBA pudiera coronarse como el mejor equipo del mundo, de lo que sólo le separó un equipo de leyenda. Unos Bulls donde se hizo mito como jugador, donde comenzó como entrenador y ante el equipo contra el que ha dirigido su último partido NBA, el equipo donde juega Boozer, Korver y Brewer. Esperemos que tanto a Sloan como a Johnson los Jazz les homenajeen como deben, pero de momento se hará muy difícil ver el banquillo del equipo sin él. Hasta siempre, entrenadores. Y gracias por los recuerdos.