Después de leer El hombre que susurraba al oído de los caballos (reseña), libro que me encantó, no pude menos que interesarme en esta nueva novela de Nicholas Evans. La verdad es que, con esta portada, no sabía muy bien qué pensar: la imagen me gusta, el niño vestido de vaquero es simpático pero, ¿sobre qué trata la historia?
En el primer capítulo nos encontramos con una escena muy inquietante. Un chico va a despedir a su madre, que está en el corredor de la muerte. Será la última vez que estén juntos…
Tommy es un niño de ocho años aficionado a las series de vaqueros. Lleva una vida de lo más anodina; vive con sus padres, que son algo mayores, y tiene una hermana mayor que le adora, Diane, y que, a pesar de que se dedica al teatro y que está a punto de probar suerte como actriz en América, siempre que tiene un día libre lo aprovecha para estar junto a Tommy. Pero de repente todo deja de ir sobre ruedas: los padres de Tommy le quieren ingresar en un internado para niños, a lo que Diane y, por supuesto, él mismo se oponen.
Entonces la vida de Tommy cambiará por completo, y no solo por el internado.
Tom, ya con 50 años, deberá luchar por recuperar las riendas de su vida y por ayudar a su hijo, un joven soldado que se enfrenta a un juicio por un error que cometió estando de servicio en Irak. Pero la relación que tiene Tom tanto con su hijo como con su exmujer es más que tensa, y le costará hacerse un hueco en sus nuevas vidas, aunque solo sea para ofrecer su ayuda.
Así, entre unos capítulos del pasado y otros del presente, vamos reconstruyendo la historia de este niño que soñaba con ser uno de sus ídolos del Oeste de la gran pantalla.
La historia de Tommy estará llena de sorpresas y secretos que vamos conociendo poco a poco. Es un libro que se lee despacio, pero realmente te apena terminar porque los personajes están muy bien construidos. Parte de la historia tiene un halo de “sueño inalcanzable” (no quiero dar más detalles) que podría causar reticencia en el lector, al parecer poco creíble, pero el autor la borda; así de claro. Parece mentira que la infancia de Tommy fuera tan extravagante y su vida actual tan anodina. Es parte del encanto de este libro.
Sinceramente, creo que no ha habido nada que no me guste en esta historia. Como digo, hay cosas bastante increíbles pero que las lees y estás inmerso en ellas, son totalmente reales para el lector porque lo son, y mucho, para los protagonistas. Me ha dado pena el ritmo lector tan atroz que se me ha impuesto este año, sin mi consentimiento (jeje): pasan días sin que vuelva a la historia y en este caso se ha notado un poco. Hubo momentos en los que no recordaba bien quién era tal o cual personaje aunque, una vez de vuelta, lo disfrutaba muchísimo. Lo recomiendo leer sin prisa pero sin pausa.
Tampoco he hablado del miedo de que fuera el autor de El hombre que susurraba… y de que sus libros posteriores fueran intentos frustrados de alcanzar el éxito de aquél. Sí he tenido esa inquietud antes de empezarlo, pero Nicholas Evans ha creado otra historia completamente diferente y con intensidad propia. De verdad que merece la pena.
Propósito personal: 10/100 Reto 2012: Hollywood