¿Cuántas maneras hay hoy de ser un paria' No tener trabajo, carecer de amor, de papeles, de patria, ser viejo o estar enfermo. Maestro en historia de excluidos el finlandés Akis Kaurismaki abordó buena parte de esas penurias a lo largo de su filmografía, hasta que en 2002, en El hombre sin pasado, agregó una nueva: no tener memoria.Un paria por amnesia, esa es la identidad del héroe de El hombre sin pasado. Un obrero metalúrgico que llega de noche a una ciudad desconocida, se sienta a esperar algo en un banco de plaza, es salvajemente apaleado y robado por una pandilla de rateros y cuando despierta se descubre en una cama de hospital con la nariz rota, la cara vendada y nada: ni un recuerdo ni un sólo rastro de su vida pasada.Sin archivo personal, sin referencias, sin siquiera un nombre, El hombre sin pasado no tiene lugar en el mundo. Inocente y completamente desprotegido, podría ser una víctima perfecta. Pero a Kaurismaki no le interesa la victimología. Abanderado de abandonados, Kaurismaki solo cuenta historias de víctimas para poner al desnudo de a poco, casi a cámara lenta, toda la sensibilidad, la imaginación y la potencia de deseo que palpitan en esos destinos a primera vista signados por el desastre.Ese es el caso de M, el hombre sin memoria, más un dandi que un paria o un paria que hace de su disponibilidad, su inocencia y su falta de lazos, las reglas de una existencia nueva. Alguien que, llegado al umbral del olvido (esa especie de cuanta cero) hace lo contrario de lo que haría una víctima: no busca saber, ni regresar ni reconstruir nada; simplemente huye hacia delante, como si los únicos signos que pudiera inscribir en la pantalla blanca que es su cabeza fueran los de una vida futura, desconocida y prometedora.Se trata, por supuesto, de una vida disparatada, y perfectamente sensata, a la vez ridícula y de una seriedad intachable, incluye una voluntaria de un ejército de la salvación, una banda de punk cristiana, una corte de marginados encantadores y un asalto a un banco a punta de escopeta. Una vida a la vez romántica y austera, sorprendente, estilizada, de una belleza visual única. Una vida al estilo Kaurismaki.
Presentación realizada por Alan Pauls el 20 de octubre de 2010 en el ciclo Crónicas del desierto en Primer Plano I.Sat.Transcripción del siguiente enlace audiovisual: https://vimeo.com/15158826