El hombre y la tierra

Por Raquelcascales @rcascales
PRISA ERRADA Aun con prisa de llegar, por camino equivocado es mejor no echar a andar.
Senda que a otro sitio lleva  te aparta de adonde vas. 
Hace poco cayó en mis manos, por casualidad, como casi todo lo bueno, un libro de Jesús Arellano. Poemas del hombre y de la tierra. Antología poética (1955 a 1985). Casi nada tengo que decir de sus poemas, menos de la poesía en general de la que nada sé (restando lo que me gustaría saber). Sólo puedo traer aquí el anhelo recogido de un ser pegado a la tierra que busca con ansia el cielo. Traigo tres muestras como prenda aunque pudiera traer cientas:
LA SOLEDAD

“Reminiscencia Arqueológica de ‘El Ángelus’ de Millet” (1933-35), Salvador Dalí

La soledad:
      donde se besan tiempo
y eternidad;
      donde se abrazan
urgencias de caminos
y paz del alma;
      donde el amor
hace fecundo en lágrimas
al corazón.
AMOR EN ANGUSTIA
Estoy enfermo. Tengo el alma herida,
débil la carne, el corazón cansado.
Mis sentimientos son llagas. El pecado
me pudre los deseos. Es mi vida
pesadumbre de haber vivido. Anida
mi espíritu su muerte. Ha fracasado
la ilusión. Ya no hay albas. Mi pasado
llora en la noche. Llega mi caída.
Los que antaño me amaban, cuando rosas
mil alma les florecía, ahora me evitan.
Crecen mis enemigos. Calumniosas
bocas me cercan. El abismo clama.
Estoy solo. Soy mudo; ciego. Gritan
mis dolores a Dios. Sólo Dios me ama.