La dureza es un concepto muy relativo pero no por ello poco usado en las obras. Quién no ha oído la frase “esta roca es dura como el hormigón”.
En este artículo podría hablar de resistencia a compresión simple, de la escala de dureza de mohs, el martillo de Schmidt o cualquier metodología más o menos objetiva para medir la “dureza” de una roca, aspecto éste que, si lo pensáis, es más bien intranscendente ya que lo que nos suele preocupar son preguntas mucho más mundanas como pudieran ser:
Que rendimientos de excavación obtendré. Que esfuerzo debe soportar el sostenimiento de mi túnel. Se mantendrá estable el frente de talud que tengo previsto. Y un largo etcccccccc.
Pues no, no voy a responder a estas preguntas, aunque abajo os dejaré un enlace a un libro que sí responde a muchas de ellas.
En este artículo me conformaré con mostraros que la mayoría de las rocas son más “duras”, de hecho mucho más, que el hormigón y para ello os dejo la tabla de abajo donde se pueden ver resultados típicos de ensayos de rotura simple sobre diferentes tipologías de roca sana.
Comparad estos datos con los típicos 250 kg/cm2 de resistencia a compresión simple de un hormigón estructural normal. Así que propongo que cuando excavéis y queráis expresar vuestra sorpresa por la dureza del terreno recurráis a la famosa frase:
“Este terreno es más duro que los pies de cristo”
Al menos, con la anterior frase, nadie os vendrá con un rollo pseudoingenieril como él que aquí os estoy colando, pudiendo mantener la conversación con un nivel de misticismo adecuado para los fines que busquéis.
Y, aunque éste no era el objeto del artículo, lo anterior me lleva a uno de los postulados básicos de la mecánica de rocas y es que en la mayoría de mecanismos resistentes en los que están implicados materiales rocosos, no es la resistencia de ésta la que condiciona su comportamiento sino la fisuración, tanto la cantidad de ésta como sus orientaciones.
Y como lo prometido es deuda, abajo os dejo un enlace donde os podréis descargar ( al menos yo he podido) el libro “Practical Rock Engineering” de Ever Hoek. Recomiendo su lectura a todos aquellos que tengáis que enfrentaros a un macizo rocoso.