Fuente: www.elmundo.es
La llama de la conspiración en el 'caso DSK' continúa avivándose. Según el diario 'Libération', el huésped misterioso de la suite 2820 -que la camarera Nafissatou Diallo visitó minutos antes y después de su encuentro sexual con Dominique Strauss-Kahn- era un empresario francés.
Hace unos días, un artículo del periodista de investigación Edward Jay Epstein -especialista en teorías de la conspiración- volvía a apuntar que el entonces director del Fondo Monetario Internacional (y favorito para batirse contra Sarkozy en las presidenciales de 2012) pudo ser víctima de un complot cuando el pasado mayo fue detenido en Nueva York, después de que Diallo le acusase de agresión sexual. El caso fue desestimado tres meses después por las dudas sobre la credibilidad de la denunciante.
Una de las claves a las que apuntaba el periodista era que la camarera visitó la habitación 2820 -en la misma planta que la del patrón del FMI- tanto antes como después de acudir a la suite del político galo. Según los datos de las llaves electrónicas del Sofitel, Diallo acudió en tres ocasiones a la 2820 antes de limpiar la de DSK, pero lo ocultó en sus primeras declaraciones tras la denuncia. Tras su encuentro sexual, también volvió a la 2820.
"¿Había alguien en la habitación 2820 junto a Diallo durante y después de su encuentro con DSK? De ser así, ¿quiénes eran y que hacían allí? ¿por qué Diallo negó que hubiese ido a la habitación?", planteaba el periodista.
Ahora, 'Libération' apunta que el misterioso ocupante de la habitación era un "hombre de negocios" francés. El diario de izquierda cita a una fuente próxima a la investigación.
Según esta fuente, el empresario declaró a los investigadores que "pasaba unos días de vacaciones en Nueva York".
Otros indicios sospechosos
El artículo de Epstein -publicado en 'The New York Review of Books'- plantea dudas sobre los vínculos entre el grupo hotelero Accor (al que pertenece el Hotel Sofitel de Nueva York) y la presidencia francesa.
La investigación de la revista plantea además que el día en que Diallo lo denunció, a Strauss-Kahn le desapareció su Blackberry. Al parecer, ese teléfono móvil podría haber sido pinchado, puesto que un mensaje enviado por DSK a su esposa, Anne Sinclair, había sido presuntamente leído en la sede de la gubernamental UMP en París poco antes de que sucedieran los hechos por los cuales Strauss-Kahn fue detenido horas después.
El reportaje plantea interrogantes también sobre el comportamiento de los responsables de la seguridad del establecimiento hostelero, que al parecer iniciaron un "baile festivo" después de que avisasen a la policía por la denuncia de la camarera.
Epstein alude además a una presunta relación entre esos empleados y un antiguo alto funcionario francés próximo al presidente Nicolas Sarkozy. El partido de Sarkozy se apresuró el sábado a desmentir su participación en el presunto complot.
Nafissatou Diallo mantiene sus acusaciones contra el político y le reclama una indemnización por daños y perjuicios. Precisamente, este lunes debía celebrarse la primera audiencia del proceso civil, pero ha sido retrasada. El abogado de Diallo ha precisado que el aplazamiento no tiene nada que ver con el artículo de Epstein.