En Torres. A la derecha, sentado, El Hugo. Con el perro, Rafa.
Hugo se sienta siempre en la cabecera de la mesa. Es el dueño de casa y quien conduce la escuela de truco. Cuenta su historia que desde los doce o trece años conoce el tradicional juego de cartas argentino. Iba a la cantina (situada frente a la estación de tren) junto con su padre. Casi siempre se hacían una pasadita por el Club luego de repartir la leche en el pueblo que ordeñaban en su propio tambo. Mas de una vez ha jugado, y ganado, torneos de truco, por plata.
El Hugo es de esas personas que no se pelea con nadie. Bien de campo, hombre tranquilo, pelo corto y con dialecto lugareño. Se conoce a todos los ciudadanos (o familias) del pueblo. "Nacido, criado y crecido acá", dice El Hugo con orgullo. O, "Como te puedo decir hermano", "De corazón". Es una persona amable y respetuosa de los demás. Casado hace 40 años con Norma quien no se mueve de su lado. En la foto se lo puede ver en la cabecera de la mesa, con las cartas en la mano.