Fotografías de Doc Pastor.
Rafael Vega nació en Valladolid en 1967. Es editor, de Nuevo Cuño y Multiversa, además de columnista, pero es posible que de primeras esto no diga nada al lector, pero en cambio si contamos que desde el 95 publica diariamente en El Norte de Castilla, y actualmente en todo el Grupo Vocento, bajo la conocida firma de Sansón, la cosa cambia y seguramente no haga falta más presentación.
Una cosa es empezar a dibujar y otra decidir ser humorista gráfico, ¿cuándo tomas la decisión?
Ya hace mucho, en un tiempo y una galaxia muy lejanas, hace ya unos veinte años. Vino en la universidad, cuando terminé estuve dando tumbos en editoriales y me decidí a presentar las viñetas en El Norte de Castilla y les hizo gracia.
¿En las editoriales eras portadista, ilustrador,…?
Normalmente cubría informaciones. Estuve en Veladuras, allí hacía de todo, desde entrevistas a reportajes. En otras fui corrector o componía libros, diseñaba, lo que tocaba… Pero dio la circunstancia de que en un momento dado saqué el monigote y la firma de Sansón, desarrollé el estilo y tuve la suerte de que me cogieran en el periódico para hacer la viñeta local, empecé en el año 95, ha llovido mucho.
¿Habías probado antes en otros diarios?
Realmente no, me estrené con ellos. Empecé haciéndolo para Valladolid, luego pasé a la regional, luego en las páginas de opinión y finalmente también en el resto de periódicos del grupo Vocento. Aunque tiene, no sé, una docena o así, yo tengo la suerte de ser uno de ellos.
¿Te esperabas acabar teniendo este reconocimiento?
El humor gráfico es una carrera de fondo. Hacerlo diario tiene un lado bueno y otro malo, el bueno es que lo que no te sale caduca con mucha rapidez y el malo es que lo que te queda genial también lo hace. Al final lo que queda es la cantidad, el llevar mucho tiempo y que la gente diga que has estado veinte años haciéndolo. Cada chiste es un martillazo, si luego consigues que el clavo entre recto es genial, pero tardas, otras no lo hace o va torcido.
Además están los días en que las ideas no aparecen.
Si tuviéramos que depender de las musas estábamos muertos. Esto es casi ferretería pura, es ponerte a trabajar con una caja de herramientas muy completita.
Aunque es cierto que algunas personas piensan que es sentarte y sale solo.
Primero es captar mucha información, que no sabes qué hacer con ella. Lo coger todo y de pronto te sale la idea. La gente se extraña de que te hayas leído cinco periódicos y no se te haya ocurrido nada, no se trata de eso, es ver muchos detalles y contradicciones, hasta que en un momento dado llegas hasta ello. No hay un camino claro o una forma establecida de hacerlo.
¿Te planteaste todo esto al empezar?
Cuando uno empieza no tiene ni idea de dónde se está metiendo. Un artista empieza por admirar a alguien, en mi caso era Chumy Chúmez por encima de todo, si para Trueba Wilder era Dios, para mí Chúmez es el padre de Dios. Pero había muchos más, siempre te gustan cosas parciales de mucha gente, hace mucho la época, yo me crié en los setenta y tuve El Jueves con Óscar Nebreda, por supuesto Forges nos influenció a todos.
Personas que eran viñetistas más que historietistas.
A mí siempre me ha gustado más la viñeta, el bombazo diario, el martillazo. La Codorniz, Hermano Lobo, tenemos a El Roto y otros muchos que son premios Nobel en literatura que nunca se hna dado.
¿Nunca has pensado en probar en revistas como El Jueves o TMEO?
La verdad es que no, igual mañana lo hago. No he probado puertas pero es que mi vida profesional ha ido por otro lado. He compaginado mi trabajo de humorista gráfico con el de columnista y editor, ha sido algo muy duro. Tampoco sé si me hubiesen aceptado, pero si lo hubieran hecho no sé si el tiempo habría dado para más.
Tienes un estilo muy personal y reconocible, ¿cómo llegaste hasta él?
Eso es algo que aprendí de Forges. Fue en una charla que dijo que daba igual cómo dibujabas, pero que si se veía de bien lejos pudiera reconocerse que es tuyo. Chúmez, Nebreda, Gallego y Rey son gente con un estilo muy personal. Al principio no sabemos, solo dibujamos y quieres que la caricatura se parezca y realmente es al revés, que si haces un microondas y dices que es Fraga que la gente lo vea y lo entienda. Tú tienes que tener un estilo personal y tienes que trabajar en él, son horas hasta que llega un momento y ya lo tienes.
Además sueles trabajar siempre en blanco y negro.
También algunas en color, pero para empezar es más sencillo y lleva menos tiempo. Si mañana me dijeran que quieren los chistes coloreados yo diría que entonces quiero un aumento, es más trabajo y eso cuenta.
El humor gráfico siempre ha estado ligado a los diarios, ¿es un género periodístico?
No informamos, damos opinión de forma periódica. En ese sentido hacemos periodismo, pero también literatura y es que si tu frase es genial pues es genial. Si tú has logrado sintetizar en una viñeta una idea general en la mente de mucha gente, pues tu acierto es tan bueno como el de cualquier escritor. Yo creo que es más un género literario que gráfico, la gente joven le da más importancia a esto último pero lo que sobrevive es la literatura que tiene. Si un chiste está muy trabajado pierde mucha fuerza, pide lo contrario, una urgencia, un desparpajo y eso se nota mucho.
Aunque en todos los periódicos hay viñetas, no llegamos al estilo americano con sus suplementos dominicales.
Es otra cultura, muy diferente a la de aquí. Uno dominical de allí pesa ocho kilos, tienes toda la semana y luego va comprando el suplemento diario, allí va todo de golpe. Pero no se consume tan buen cómic como en Europa, ni se edita.
Pero con todo en España no termina de tener ese respeto.
Nunca va a ser algo mayoritario, pero tampoco lo es la literatura, muy pocos jóvenes leen. Pero allí también es una minoría, las películas nos engañan y pensamos que todos los domingos se ponen con el periódico, pero luego el ochenta por ciento piensa que el hombre no llegó a la Luna.
¿Y nunca te has planteado hacer historias largas?
Sí, tengo varios guiones empezados, en la línea de la novela gráfica. Todo llegará, pero la vida es muy grande y da para todo. Cada década tiene sus cosas, y yo creo que quizá la próxima será la adecuada para esto.
Todo esto compaginado con tu editorial.
Son dos aventuras, Nuevo Cuño que es de prensa y luego está Multiversa, que es la niña tonta en la que nos gastamos el dinero y la otra la que paga sus vestidos. Una nos da de comer y la otra es una ruina absoluta.
¿Y porqué seguís con ello?
Eso me pregunto todos los días, pero la pregunta es ¿porqué la creamos? Porque nos gusta, y no todo lo que haces en la vida tiene que ser rentable, también se agradece hacerlo por amor al arte.
Tenéis además narrativa, infantil, poesía…
Infantiles muy poquito y en ensayo solo uno, en narrativa ya son más. Ha colaborado en algunos cuentos Nieto, yo dibujé el último y ha sido una buena aventura. Por suerte algunas novelas cortas han tenido un premio que estaba muy bien patrocinado, pero cuando la bodega Reja Dorada dejó de hacerlo pues se terminó.
No contáis con ninguna ayuda institucional.
Multiversa jamás ha recibido un solo euro, directa o indirectamente. Yo a cambio de poner el logo de la Junta en el culo de un libro, no me vendo. Tú estás poniendo tu dinero y tu trabajo, entonces te dicen que te dan algo y que pongas su logo, y no, o ayudas de verdad o no lo hagas. Si quieres fomentar el libro no vayas por financiar la impresión, lo que deben hacer las instituciones es comprarlos y llevarlos a las bibliotecas. Si quieres ayudar al gremio de impresores entonces págales directamente, pero no me uséis a mí.
Lo que interesa es quedar bien de cara a la galería.
Cuando usan el dinero para decir que ayudan a alguien es mentira. Si compran ordenadores o muebles para los colegios, no dicen que estén ayudando al mercado informático o al del mobiliario, ¿y porqué no compran libros? No tienes que ayudar al sector de la cultura, tienes que facilitar el acceso a la población, igual que lo hacer con el equipamiento o la educación.
¿Y la opción de dejarlos de forma on-line en abierto?
Yo creo mucho en la cultura libre, pero cuando has invertido mucho y has dejado un capital es muy fácil decirle al editor que lo deje en abierto, pero tú tienes un almacén lleno de cajas con los libros impresos. ¿No podrían las bibliotecas comprar mi libro? Te lo llevas gratis a casa, y si te gusta lo compras y lo regalas a tu primo.
Algunos sectores parecen empeñados en que el público lo quiere todo por la cara.
El todo por la cara es muy relativo. Por supuesto yo tengo que tener acceso a una obra antes de adquirirla, yo no voy a una exposición y está el cuadro tapado, yo escucho las canciones y si me gusta lo compro. La cultura ha estado viviendo de la copia y ya Walter Benjamin tenía claro que esa era la corrupción del siglo XX, pero es lo que se ha sostenido y hemos llegado a un sistema en que la copia no se deteriora, es virtual y entonces no puedes apoyarte en ese valor. Hay que reinventar, ¿cómo? No tengo ni idea, pero si sé que si yo quiero dar a conocer a un autor desconocido tendré que regalarlo, no puedo pedir a alguien que se gaste quince euros en algo que no puede ver, pero la mayoría de los autores piensa que colgar algo gratuito les deteriora como autor, si lo que quieres es darte a conocer regala la primera. Otra cosa es pensar que nos podemos dedicar a esto, y es mentira.
¿No es posible ser escritor?
Si eres un genio tú tranquilo, que te forrarás y no pasará nada por regalar la novela. Tú piensas que vas a vender mil ejemplares y realmente serán cinco. Nadie puede ser escritor y dedicarse a la escritura, igual que nadie puede ser pintor y dedicarse a la pintura, son muy pocos los que consiguen algo así. Hablas con autores jóvenes y consideran que son escritores por haber publicado.
Influye el poder vivir de ello, ¿no?
No, realmente no, son dos cosas distintas. Toulouse Lautrec era rico y no necesitaba vender sus pinturas, pero Van Gogh no lo logró con ninguna y es uno de los grandes autores. ¿Dónde está la profesionalización? ¿Porqué algo es serio cuándo se vende? La mayoría de escritores piensan que lo son por estar en una librería o haber estado firmado ejemplares, pero tú lo eres en el momento en que te sientas delante de unos folios y escribes, que te lea una persona o un millón es circunstancial. Pero claro, si le dices eso y luego que vas a colgar su novela gratis en Internet, pues se va y ese es el problema.
Ante esto poco más se puede decir, muchas gracias por tu tiempo y sinceridad.
Entrevista publicada originalmente en AQUÍ en Valladolid y reproducida con su permiso.
Doc Pastor
Fundador y Director Editorial de Ruta 42, redactor especializado en cine y cómic (tocando otros temas si hace falta) en el periódico AQUÍ en Valladolid y en viva minimagazine, jefe de prensa en la Revista LaRAÑA. Mi perrito se llama Loki.
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