El huracán, de James Lee Burke

Publicado el 04 febrero 2013 por Aramys

¨Un huracán de fuerza 5 produce una onda expansiva varias veces superior a la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima en 1945.¨

Después de la desazón que me produjo terminar El diablo a todas horas he intentado quitarme esa sensación con El huracán. No lo he conseguido. Encadenar dos buenas novelas o más puede ser contraproducente, terminar un buen libro siempre te llena de una pequeña tristeza, y la situación empeora si el siguiente consigue los mismos resultados que el anterior, o similares.

Yo me tomo bastante mal terminar un buen libro.

El huracán ha resultado ser exactamente la novela que esperaba; una novela sólida y bien construida, con fuerza, negrísima y con una capacidad empática hacia sus personajes extraordinaria.

Pero no negrísima como una novela de detectives. Ni al estilo de una novela de asesinos. Negrísima en la denuncia, negrísima en como retrata  el alma de la desesperación, negrísima en la frialdad de los actos de alguno de sus personajes, y negrísima por el escenario, que hace del ciudadano normal y honrado un vulgar ladrón, saqueador, asesino o violador.

Todos recordamos el huracán que en agosto de 2005 sacudió Nueva Orleans, un huracán que arrasó la ciudad y mató casi 2000 personas. Un huracán que anegó la ciudad entera y varios kilómetros alrededor,  que dejo a la ciudad sin agua potable, sin electricidad, sin comunicaciones y sin comida, a merced de saqueadores, violentos, grupos racistas, policías corruptos, grupos de blancos parapoliciales que disparaban indiscriminadamente a negros, nuevo mafiosos y, unos cuantos ciudadanos honrados que, ante el caos, vieron la oportunidad de enriquecerse, vengarse, saldar cuentas o, simplemente, disparar bajo la excusa del miedo.

Bienvenidos al caos.

Bienvenidos al infierno del huracán Katrina

Burke ha escrito una novela basada en el caos, en una desgracia de tal magnitud que es difícil de imaginar, de comprender, de asimilar. Una de las grandes virtudes de esta novela ésta precisamente en eso, en como lo cuenta Burke, en su manera de narra todo el proceso de destrucción de una ciudad y en el caos subsiguiente, la desgracia y la violencia que se desata.

Burke lo hace perfecto.

Sin dramas. Sin regocijos. Sin catastrofismos.

Porque El huracán fluye a la perfección. Burke utiliza el huracán Katrina como telón de fondo y una Nueva Orleans totalmente destruida como si fuera un personaje más de la trama, incluyéndola en las acciones, en el desarrollo de la historia, haciendo parte fundamental.

¨A diferencia de un arma de destrucción masiva fabricada por el hombre, un huracán crea un ambiente que va modificando la naturaleza. En los días previos, el aire adquiere un tono verde químico de una densidad que podría asirse con la mano. Los rayos y truenos llegan como amigos conocidos, pero pronto se desvanecen en el éter y se convierten en poco más que un chaparrón de verano. Al caer, la lluvia forma anillos que unen los valles entre las olas de crestas blancas, como encadenándolas; el viento huele a sal pulverizada y a arena apisonada y caliente.¨

Todo empieza un día antes de la llegada del Katrina; conocemos a Jude LeBlanc, un cura que lleva una vida difícil y sórdida, al que el destino le ha jugado una mala pasada. A Jude no le queda nada, salvo su fe. Otis Baylor es una persona sensata, tranquila, con un don para las relaciones, vende seguros, tiene una hermosa mujer y una hija adolescente. Una hija adolescente a la que una desgracia descomunal aplasta sin tregua y le destroza la vida, a ella y a su padre, el tranquilo Otis. Conoceremos a cuatro individuos que ante el caos reinante asaltan y roban la casa equivocada. También esta Clete Purcel, ex policía y alcohólico que persigue a ex presidiarios en libertad condicional, para cobrar las cuotas de los préstamos que los han puesto en libertad.  Y  nuestro protagonista el Detective Dave Robicheaux, del Departamento del Sheriff de Iberia, que intenta poner orden al caos.

¿Cómo reaccionaran cada uno de ellos ante el infierno del Katrina?

Seguro que no como esperáis.

Burke denuncia en su novela la pasividad de las autoridades ante la magnitud de la desgracia, la falta de ayuda, la falta de medios, la mala gestión de los días posteriores; denuncia la falta de presupuesto en la construcción de los diques que habían de salvar a la ciudad de las inundaciones, denuncia la corrupción en emplear ese dinero en otras cosas y en dejar la ciudad a merced del huracán, sabiendo que miles de personas podrían morir si la ciudad se inundaba.  Y Burke no se ha inventado nada, toda la novela está basada en lo que sucedió en 2005.

Una de las cosas que me ha fascinado es cómo escribe Burke, nada habitual cuando hablamos de género negro; su estilo es poderoso, descriptivo, un tanto poético, alejado de la simplicidad de la mayoría de los escritores de género, con una carga vital que hace que empatizar con sus personajes sea fácil, casi obligatorio. Burke tiene una narración envolvente, con muchísima fuerza, pero a la vez fácil y muy clara.

Un magnífico libro que no solo nos cuenta una buena historia negra, también nos muestra como las personas podemos cambiar, arrepentirnos de nuestros pecados, intentar pedir perdón. O todo lo contrario, dar un paso hacia el infierno.

El huracán

James Lee Burke

RBA Serie Negra 2009

445 páginas.