1. El «triángulo asirio»
El «triángulo asirio» original, entre las ciudades de Assur, Nínive y Erbil, fue la base del poder asirio, con ampliaciones hacia la alta Mesopotamia, Babilonia y el Éufrates medio.
2. La «curva siria»
La «curva siria» del Éufrates representaba para los asirios la frontera natural de su territorio al oeste. La conquista de Tell Ahmar les abrió la ruta de las ricas tierras occidentales.
3. El tributo fenicio
Las ciudades fenicias, ricas gracias al comercio y la calidad de su artesanía de lujo, fueron bien tratadas por los asirios, que les otorgaron gran autonomía política a cambio de un tributo regular.
4. Egipto en el Imperio
Asarhadón y luego Assurbanipal conquistaron Egipto en el siglo VII a.C. Establecieron príncipes vasallos que constituyeron la dinastía saíta en 664 a.C., aliada de los asirios.
5. La ayuda a los frigios
El Imperio asirio se extendió hasta Anatolia: el reino de Tubal fue objeto de disputa entre el rey Midas de Frigia y el rey Giges de Lidia, el cual envió a Assurbanipal una petición de ayuda.
6. Babilonia, la aliada
Babilonia tenía un estatuto especial dentro del Imperio asirio: fue tratada como un reino asociado más que como un vasallo, y los asirios la defendieron frente a las incursiones de arameos, caldeos y elamitas.