`El imperio del fuego´ -Caballeros y Dragones en el siglo XXI-

Publicado el 05 enero 2011 por Cinefagos

El otro día me dispuse a ordenar y clasificar un poco mi colección de DVD(cosa que me relaja mucho) y escondida detrás de mi cama encontré “El imperio del fuego”, película que creía que había pasado a formar parte de la colección de algún amigo mio, que o bien tiene las manos muy largas, o bien carece de memoria(cosa muy frecuente).La cuestión es que hacía mucho tiempo que no la revisaba y mis vagos recuerdos de ella eran bastante gratos, así que dejé lo que estaba haciendo y sin más dilación me puse a verla. Lo cierto es que me resultó la mar de interesante y me lo pasé pipa, incluso debo decir que mi impresión del film fue mucho mejor de lo que recordaba había sido en visionados anteriores, así que inmediatamente, sin pensármelo dos veces me conecté a Tierra de Cinéfagos para ver si existía alguna reseña sobre esta película, y al comprobar que no había tal escrito me dije; esta obra bien merece un análisis. Así que vamos a ello.

“El imperio del fuego” es un film fantástico y de aventuras dirigido por el irregular Rob Bowman, autor por el que no tengo demasiada simpatía debido a que machacó sin piedad alguna a un personaje de Marvel por el que tengo bastante afecto, me refiero evidentemente a “Elektra”. Pero la verdad es que Bowman lo hizo de maravilla en “El imperio del fuego”, explicándonos de una forma épica, inteligente y muy entretenida una historia fantástica pero “realista” , y repito la palabra “realista” porque pese a que es un film de fantasía intenta apoyar de forma más o menos creíble , su trama con teorías “científicas” mezcladas con leyendas de antaño por todos conocidas, dotando así al film de cierta credibilidad y realismo(dentro de lo que cabe), después analizaré un poco más este dato.

La historia nace en el Londres actual. Quinn es un niño de 12 años cuya madre trabaja de ingeniera jefe en unas obras de perforación del sub-suelo de la capital británica, un día como otro cualquiera Quinn, después de la escuela acude a ver a su madre al trabajo y uno de los obreros le pide al niño que entre en una cueva que acaba de encontrar por casualidad. Quinn se introduce temeroso en la cueva y descubre estupefacto que hay algo más que roca y oscuridad en esa cavidad, sin comerlo ni beberlo el niño despierta a una temible criatura que llevaba miles de años ivernando y esperando el momento adecuado para salir a la superficie y sembrar el terror entre los pobres humanos. La criatura no es otra que un dragón, el cual escapa de su cautiverio matando a todo ser viviente que encuentra a su paso, incluida la madre de Quinn, que ve con horror como su madre muere en sus brazos mientras el dragón consigue escapar. La verdad es que este comienzo es toda una lección de cine de entretenimiento; suspense, acción, dramatismo…..muy pero que muy bien ejecutado técnicamente y que consigue mantenerte expectante y con ganas de ver más.

Después de este espectacular inicio de film, entramos en una vistosa y “verosímil” explicación mediante una carta/diario/manual, que un Quinn al que ya intuimos adulto por su voz, escribe a su protegido Jared, donde vamos viendo titulares de periódicos que nos muestran las catastróficas consecuencias del dramático despertar del dragón y como esta especie se reproduce e incrementa hasta llegar casi a extinguir a la raza humana. En esta breve pero brillante narración, muy elaborada por Bowman desde el punto de vista técnico, encontramos la “teoría científica” de la que ya os he hablado antes: los dragones, esos seres mitológicos de leyenda que han estado presentes en todas la culturas de la humanidad, existieron en realidad, y fueron los causantes de la extinción de sus parientes cercanos los dinosaurios al convertir gran parte del planeta en ceniza, material que al quedarse suspendido en el aire formó una capa opaca e impenetrable en la atmósfera terrestre, impendiendo así la entrada de luz solar y provocando con ello un enfriamiento del planeta con posterior glaciación que eliminó por completo todo atisbo de vida.

Tras este triste desenlace, los dragones al quedarse sin alimento se fueron progresivamente extinguiendo, y mermados en número vieron como el planeta poco a poco renacía y aparecía una nueva especie (la humana) que durante siglos de dura lucha consiguió acabar casi por completo con ellos, hasta el punto de dejar sólo un individuo con vida, que se retiraría a ivernar en una cueva durante miles de años esperando tiempos más propicios para su especie.

La base del inicio del film encuentra su interés en dos puntos; el primero es que sin duda la historia puede resultar creíble, gracias a que se apoya en datos más o menos científicos de algunas teorías bastante conocidas, no quiero decir con ésto que yo me crea el cuento, pero la verdad es que se agradece que al menos se hayan tomado la molestia de intentar que la narración sea algo fundado y con base y no una de esas memeces donde no te explican nada de nada y se quedan tan anchos soltándote cualquier despropósito.

Y el segundo punto se apoya en un dato que todos conocemos: la figura del dragón ha estado presente desde siempre en la cultura del hombre en forma de leyendas épicas de caballeros que luchaban contra uno seres terroríficos parientes cercanos de los reptiles, que escupían fuego por la boca, podían volar y se alimentaban de carne humana, entre otras delicias. Todos conocemos por ejemplo historias como la de San Jorge y el dragón, y como ésta hay miles, por tanto teniendo en cuenta la multitud de libros, grabados,cuentos, canciones y leyendas que hay sobre este tema, y que además de éso en este film se toman la molestia de respaldar(con mayor o menor acierto pero de forma bastante “creíble”) con “teorías científicas” llegamos a pensar¿ Por qué no puede ser cierto que hayan existido dragones si nuestros antepasados ya nos hablaban de ellos? Que te llegues a preguntar ésto, ya resulta cuanto menos interesante y original, seguramente Bowman hubiese podido decantar el film hacia un camino más fantasioso pero creo que acertó de lleno al regalarnos algo más adulto y realista, tratamiento que nunca se había hecho antes sobre el mito del Santo y el Dragón (porque el film es la misma historia, adornada y actualizada pero al fin y al cabo, la misma).Sin duda el planteamiento “real” de la película resulta todo un acierto, como ya he comentado. Pues no hay nada de mágico en esta película, aunque a priori parezca lo contrario. Simplemente nos hablan de una criatura a la que todos conocemos, y jugando con la curiosidad que despierta este viejo cuento nos plantea el hecho de la más que posible existencia de los dragones apoyándose en ese antiguo dicho que reza la siguiente reflexión: “Sí el río suena agua lleva”, esa sencilla frase define con claridad la intención de Bowman; que no es otra que jugar con cartas de “realismo” un terror ancestral al que todos tildábamos de “mágico” y fantasioso. Bien jugado porque si el tratamiento hubiese sido otro toda originalidad se hubiera perdido por el camino como tantas veces a ocurrido.

Ya explicadas las repercusiones y él fatal desenlace para el hombre del despertar y reproducción de los dragones, la historia nos traslada de nuevo a Inglaterra, a un futuro apocalíptico y desesperanzador. Con el planeta tierra infestado de estas criaturas, la humanidad está a punto de su extinción y los pocos humanos que sobreviven se encuentran aislados, desprovistos de tecnología, con escasos medios se alimentan de lo poco que pueden cultivar o criar, conviviendo en comunidades cerradas siempre vigilantes y temerosas a los ataques de los dragones.

En esta parte del film conocemos a un Quinn ya maduro(interpretado de una forma más que correcta por Christian Bale) convertido junto con su mejor amigo Creedy (Gerard Butler) en el joven líder de una pequeña comunidad de humanos que viven ajenos a toda noticia del exterior y que intentan en la medida de lo posible ser felices en un mundo que parece tener los días contados para el hombre. La verdad es que nos encontramos en la parte menos interesante del film, y más repleta de tópicos. Pero aún así se digiere bastante bien porque hay detalles bastantes agradables que consiguen camuflar el bajón debido sin duda a lo estereotipada que resulta la situación, que ya hemos visto hasta la saciedad, tantas y tantas veces en obras como: Mad Max, Waterworld, El mensajero del futuro, 28 días después, y muchísimos más films con tintes apocalípticos. Pero como os digo, este altibajo se hace más llevadero por ciertos momentos puntuales muy bien ejecutados;como un gran homenaje a Star Wars en el que Bale y Butler recrean en forma de pequeña obra de teatro el mítico final de “El imperio contraataca”( de la que tenemos una imagen en la parte superior de estas lineas), o el ataque brutal e incendiario de un dragón a unos inconscientes y desobedientes pupilos de Quinn que movidos por el hambre deciden salir al exterior a por alimentos.

Pero la verdad es que el bajón dura bastante poco, y nunca pensé que diría ésto pero uno de los mejores momentos de la película es la aparición en escena de Van Zan ( interpretado francamente bien por el soso de Matthew McConaughey-en uno de sus papeles más acertados-), un cazador de dragones, expeditivo, brutal, y líder de un grupo de mercenarios provistos de abundante armamento , medios y tecnología.

La aparición en escena de Van Zan y su grupo de “Ángeles” es espectacular en todos los sentidos y resulta un soplo de aire fresco para el film, que como ya os había dicho se encontraba en un importante bajón, aunque según como se mire, tal bajón resulta necesario para entender la situación en las que nos encontramos y al mismo tiempo consigue darle mucha más importancia y notoriedad a la aparición estelar de los mercenarios, escena muy apañada y eufórica.

Los “Ángeles” son las “fuerzas aéreas”dentro del pequeño ejercito de Denton Van Zan, un grupo de paracaidistas de élite liderados por la bella piloto de helicóptero Alex Jensen (Izabella Scorupco), que se encargan de derribar dragones desde los cielos con unas técnicas muy arriesgadas(más bien suicidas) y espectaculares. Evidentemente la aparición de la guapa de turno era inevitable. Por una parte para mostrarnos el lado más amable de los secuaces de Van Zan y así hacer de enlace entre Quinn y el líder de los cazadores. Y por otra parte para darle al film ese toque romántico y sensiblero que no puede faltar en cualquier película épica de Caballeros y Dragones que se precie, porque este film, como ya he dicho con anterioridad, no deja de ser eso; el antiguo cuento “medieval” que tantas y tantas veces y de tantas formas diferentes nos han contado.

Evidentemente Alex y Quinn harán muy buenas migas, pero de veras se agradece que Bowman no perdiera demasiado tiempo en romances forzados a los que estamos tan acostumbrados y que muchas veces no hacen más que entorpecer la trama del film y conseguir con ello que pierdas interés o que simplemente desvíes tu atención de lo verdaderamente importante, que en este caso es la guerra entre hombres y dragones, la supervivencia de la comunidad, la interesantísima relación amor/admiración/odio que existe (con mucha química entre ambos interpretes) entre Van Zan y Quinn; vamos, en definitiva lo que todos queremos ver en esta película (al menos un servidor) es acción porque en el momento de la aparición de los “cazadores” hay demasiados puntos interesantes abiertos que necesitan de un desarrollo, y teniendo en cuenta el bajón del que veníamos (necesario para contar la historia) hubiese sido un error fatal centrar el protagonismo de la trama en una historieta de amor que puede que lo único que hubiese conseguido es aturdir o adormecer al personal, pero afortunadamente no suceden ninguna de las cosas.

En esta parte del film encontraremos lo que en mi humilde opinión resulta más ridículo y poco creíble de la película, me refiero sin duda alguna al dato que Denton y Alex le revelan a Quinn. Los dos soldados le explican a nuestro héroe que durante sus largos años de cacería de dragones todas las criaturas que han abatido eran hembras, y que en todo el mundo (sí, sí, en todo el mundo mundial) tan sólo existe un dragón macho que es el encargado de fecundar a las féminas y con ello perpetuar la especie (que suerte tienen algunos). Y teniendo en cuenta este asombroso dato y sabiendo el paradero del “semental” piden ayuda a Quinn para acabar con el monstruo y así conseguir el fin de los dragones y la victoria de la raza humana. La verdad es que se me hace muy cuesta arriba pensar que el mundo está infestado en todos los continentes separados por miles de Kilómetros por millones de individuos de una especie que son hijos de un solo padre, menudo estrés para el pobre dragoncito macho. Verdaderamente este dato es lo mejor y lo peor del film: Lo mejor porque te partes de la risa imaginándote al monstruo recorriendo el mundo de punta a punta para……..en fin ya sabéis a lo que me refiero. Y lo peor es que tira por los suelos toda la credibilidad que nos habían vendido hasta ahora con teorías y explicaciones muy elaboradas y también resulta increíble que existiendo millones de individuos de una especie su existencia dependa tan solo de uno de ellos. Pero vamos, ya sabemos que el cine es cine y estas cosas pasan, sigamos analizando el film sin perdernos en orgías para dragones.

A partir de la propuesta que le hacen los cazadores empieza la odisea personal de Quinn, ya que deberá decidir entre mantener intactos sus valores como líder conservador y protector o ayudar a Van Zan poniendo así en peligro evidente a su comunidad.

Tal decisión se verá condicionada por una multitud de circunstancias dramáticas tales como una brutal pelea con Denton o como el ataque de un dragón que destruye casi por completo la fortaleza de Quinn segando la vida de muchos integrantes de la comunidad.

En definitiva, “El imperio del fuego” es un film muy entretenido y que sin ser nada del otro mundo y lejos de ser una película redonda o un peliculón creo que merecía mucho más de lo que recibió, ya que pasó sin demasiada pena ni gloria siendo un film de aventuras la mar de decente y que a mi parecer goza de grandes dosis de buen cine, correctas actuaciones, buenos efectos especiales y de una historia que intenta de todas todas mostrarnos una parte más realista, desconocida y adulta del mito del dragón, seguramente en este dato reside su mayor acierto o ¿error?, vosotros decidís, como siempre.

Sayonara y feliz año nuevo.

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