Este suceso que os paso a relatar tiene su origen en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar según la cual un barco extranjero puede navegar desde un punto en aguas internacionales (A en el mapa de Crimea mas abajo) a otro punto en aguas internacionales (B en el mapa de Crimea mas abajo) por el camino mas corto posible aunque este camino cruce aguas teóricamente territoriales de otro país, recordemos que normalmente los países consideran como suyas las aguas alejadas hasta 12 millas náuticas de su propia costa. Según los Estados Unidos muchos países no cumplían con esta convención y reclamaban como suyas aguas que en realidad no les pertenecían.
De acuerdo a esta idea nació la operación norteamericana "Libertad para navegar". Esta operación consistía básicamente en reclamar como internacionales aquellos espacios aéreos o marítimos que habían sido reclamados localmente por terceros países, ya fuera por la vía diplomática o por la vía de la injerencia...
Una de las operaciones navales que llevo a cabo la armada estadounidense tuvo lugar en la península de Crimea. En aquella ocasión los norteamericanos desplazaron dos buques de guerra pertenecientes a la sexta flota al Mar Negro, el crucero CG 48 USS Yorktown (9.800 toneladas de desplazamiento):
y el destructor DD-970 USS Caron (8.040 toneladas de desplazamiento):
a una zona que los americanos no reconocían como aguas jurisdiccionales soviéticas, en el pasado ya habían hecho pasar barcos y aviones con cierta regularidad por ese área con objeto de normalizar la situación pero esta vez la jugada no salió como se esperaba.
Nada mas cruzar el estrecho del Bósforo, sabedores de las intenciones que tenían, ya les estaban esperando dos buques de guerra soviéticos con intención de escoltarles durante su visita al Mar Negro. Los buques eran la fragata Bezzavetny: (3.575 toneladas de desplazamiento)
y la corbeta de guerra SKR-6 (1.150 toneladas de desplazamiento):
las cuales tenían ordenes expresas de vigilar de cerca a sus invitados norteamericanos. Después de la llegada de tan singulares visitantes los rusos se ofrecieron a hacerles de guía turístico por la zona pero los americanos contestaron que dado que estaban en aguas internacionales no necesitaban ningún tipo de ayuda o asistencia. Por todos es conocida la hospitalidad rusa, y de acuerdo con esta, el ignorar a un invitado es una norma de descortesía suprema. Así que, haciendo caso omiso a la petición norteamericana estos 4 buques de guerra, dos de ellos soviéticos y los otros dos norteamericanos, se adentraron navegando juntos pero no revueltos en las procelosas aguas del Mar Negro.
El 12 de febrero, sobre las 11 de la mañana, los buques rusos alertan a los americanos de que se están dirigiendo a aguas jurisdiccionales de la Unión Soviética donde no han sido invitados, por lo que les piden que cambien de rumbo. Los norteamericanos replican que ellos no están violando ningunas aguas territoriales ya que según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar las aguas a las que se dirigen son internacionales y no soviéticas, por lo que no varían ni rumbo ni velocidad.
A decir verdad la incursión norteamericana no era del todo inocente, el Caron no era un barco de guerra al uso, era de hecho un conocido buque de espionaje militar el cual contaba a bordo con un potente equipo de sistema de identificación y clasificación de señales operado por una tripulación de 18 personas con la ayuda de la agencia nacional de inteligencia norteamericana y usado principalmente para analizar señales de radar o de comunicaciones de la defensa soviética. Imaginad lo bien que les venia a los norteamericanos poder navegar con un buque de estas características junto a la costas de la Unión Soviética...
El vicealmirante Valentín Selivanov, a cargo de la situación, tomo una decisión cuando los buques de la marina estadounidense se hallaban a tan solo 7 millas náuticas de la costa: la orden era la de colisionar contra sus invitados con objeto de desviarles del rumbo y sacarles de la zona territorial rusa. La idea no era atacar a los barcos de guerra norteamericanos, simplemente se pretendía darles un empujoncito. Pero la idea no era tan fácil, el crucero Yorktown desplazaba al menos 3 veces el peso de su contrincante soviético Bezzavetnyy, y la fragata Caron al menos 7 veces mas que el SKR-6... pero una orden era una orden. Aquí podéis ver el video en el que el SKR-6 embiste al Caron.
Según cuenta el capitán de Bezzavetnyy, Vladimir Bogdashin, los marineros del Yorktown se encontraban en cubierta sonriendo con curiosidad a la tripulación de Bezzavetnyy, saludándoles con la mano, gritando, tomando fotografías y haciendo algunos gestos obscenos cuando el primer "empujoncito" llegó. Poco después el Caron también estaba siendo acariciado por el SKR-6. Las cosas se empezaron a poner feas, los barcos norteamericanos intentaron hacer una pequeña pinza al Bezzavetnyy pero este, ante esta insinuación, enseño sus dientes preparando para el combate sus cohetes antibuque RBU-6000.
Ante tal situación los norteamericanos decidieron hacer lo propio y prepararon en la cubierta del Yorktown dos helicópteros de ataque pero para entonces dos helicópteros soviéticos armados ya sobrevolaban el Yorktown con curiosidad desmedida. A continuación tenéis dos videos mostrando como el Bezzavetnyy mostraba al Yorktown la salida:
Los americanos se lo debieron de pensar dos veces, ordenaron meter de nuevo en los hangares los dos helicópteros de combate y pusieron rumbo hacia aguas internacionales. En total el incidente no duro más de 15 minutos, ningún marinero sufrió heridas y los barcos no sufrieron, pese a las embestidas, desperfectos de gran consideración.
Tomado de Rusadas