Es sin duda alguna, uno de los casos OVNI más famosos de todos los tiempos. Para los ufólogos y los seguidores del fenómeno, no es un caso más sino EL caso. Todo ocurrió a principios de julio de 1947, en el estado norteamericano de Nuevo Mexico. Tras una tormenta, el dueño de un rancho de este estado, Mac Brazel, encontró esparcidos por su rancho restos de lo que parecía un accidente. Inmediatamente llamó al Sheriff, el cual acabó remitiéndolo a los militares, exactamente a la base aérea de Roswell, por aquel entonces una de las bases militares más importantes de Estados Unidos, por no decir la más importante, debido a que era la única base que tenía la bomba atómica por aquel entonces. El primera parte que se anunció a la prensa fue la mar de jugoso, ya que admitían que habían recuperado los restos de un OVNI.
Obviamente, todo aquello provocó un revuelo, el cual no duró mucho, ya que al poco tiempo, los militares salieron a la palestra diciendo que aquellos restos no eran más que los restos de un globo meteorológico. Pese a eso, durante aquellos días ocurrieron cosas un tanto extrañas. Según cuentan personal de la funeraria, se encargaron unos ataúdes pequeños, como si fueran para niños. Si realmente era un globo meteorológico, ¿a santo de qué estos ataúdes? Por otro lado, las crónicas cuentan cómo los militares acordaron la zona, llegando a amenazar a los testigos y demás personas implicadas para que no contaran nada de lo que habían visto, llevándose los restos a la base aérea de Edwards, donde, según los seguidores de las teorías conspirativas, se han llevado durante años todos los restos OVNI, o al menos muchos de ellos, acontecidos en las últimas décadas en Estados Unidos.
Obviamente, la pregunta que uno suele hacerse es la de si todo fue un incidente con un globo meteorológico, ¿a qué vienen las amenazas? ¿Qué interés podría tener el gobierno norteamericano en que la gente haya visto restos de un globo meteorológico?
Mucho se ha hablado del caso, sobre todo en las últimas dos décadas, a raíz de la retransmisión, en el verano de 1995, de un vídeo en el que supuestamente se mostraba la autopsia a uno de los alienígenas caídos en aquella nave. Como era de esperar, la gente se ha dividido en dos grupos: los que creen a pies juntillas que una nave alienígena se estrelló en Roswell en julio del 47 y los que creen que el gobierno y los militares norteamericanos dicen la verdad y lo que se cuenta de los OVNIs no son nada más que fruto de la imaginación de los testigos.
Pero si queréis saber mi opinión, yo creo que realmente algo pasó. De lo contrario, ni yo ni nadie entendería los esfuerzos gubernamentales por hacer desmentidos.