El indulto de un banquero condenado por los tribunales españoles por parte del gobierno de Zapatero ya no es corrupción política, es mucho más grave: es la prueba de que la democracia no existe EN ABSOLUTO.
Alfredo Saenz no es sino el ejecutor de Botín.
Su indulto es la prueba de que la justicia no existe, de que la democracia no existe, de que da igual a quién votemos pues personas muy peligrosas para la ciudadanía española que han sido condenadas por nuestros jueces, salen a la calle y se van de rositas, para seguir perpetrando sus fechorías impunemente y con la protección del Estado.
Vivimos en un mundo invertido:
la liberación de la mujer es su esclavitud
la educación convierte a los maravillosos niños en estúpidos y violentos consumistas con electroencefalograma plano
los depredadores son protegidos
los depredados son perseguidos
los menos votados tienen más diputados
la madre Tierra es envenenada
el cielo y las estrellas nunca son contempladas
Y todo esto con nuestro consentimiento y nuestra colaboración.
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