“- Maddy- me preguntó mi padre- ¿tú sabes de dónde vienen los niños?”
La cabrona de Maddy lo sabe de sobra, pero le gusta ver a sus progenitores en apuros:
“¿Los niños? Mamá, papá…- Inclinando la cabeza de una forma no carente de encanto, abrí mucho los ojos y dije-: Pero, ¿no los trae el director de casting?”
Los padres consumen sendos xanax y comienzan con su explicación:
“-A ver- me dijo mi padre-. Cuando un hombre quiere a una mujer mucho, mucho…
- O bien- añadió mi madre, clavándole una mirada- cuando un hombre quiere a otro hombre o una mujer quiere a otra mujer (…)
Mi padre asintió con la cabeza.
- Tu madre tiene razón.- Añadió-: O cuando un hombre quiere a dos mujeres, o cuando tres mujeres en los camerinos después de un concierto importante de rock…
- O bien- dijo mi madre- cuando todos los presos de un bloque de celdas quieren mucho, mucho a un recluso que acaba de llegar…
- O bien- intervino mi padre- cuando una banda de moteros que van de anfetas por el sudoeste de Estados Unidos quieren mucho, mucho a una chica motera borracha…”
Finalmente, viendo que no van a terminar nunca y que se tienen que ir a una entrega de premios, optan por lo rápido: le muestran un vídeo pornográfico, que es al final como todos hemos aprendido realmente cómo se hacía para tener niños. Los padres, para lo que están, es para enseñar a evitarlos.
La guía del infierno que presenta Palahniuk es mucho más completa que la del pacato de Dante, que sospecho que nos hurtó detalles por mojigatería. Indicaré algunos de los detalles más impactantes del infierno según Palahniuk:
+ Recomienda hacerse enterrar con zuecos. Dada la suciedad e irregularidad del pavimento infernal, es el calzado más socorrido.
+ La lista de cosas que te pueden condenar al infierno es bastante larga: decir “puta” más de 700 veces, olvidarse 855 veces de lavarse las manos después de haber meado o cagado, decir más de 300 veces “negro” o “maricón”. Y mi favorita: haberse meado más de tres veces en una piscina llena de gente, lo cual, estima Palahniuk, hace que prácticamente todo ser humano mayor de cinco años esté condenado.
+ Igual que la tierra tiene un problema con el calentamiento global, en el infierno tienen uno semejante con el Océano del Esperma Desperdiciado que es adonde van a parar los productos de las pajillas que nos hacemos tan alegremente en la tierra. El Océano no hace más que crecer, pero ese crecimiento se ha acelerado exponencialmente desde que aparecieron las páginas porno en internet.
+ La tasa de paro en el infierno es muy elevada, no tanto con la de España, pero por ahí anda. Sólo existen dos salidas profesionales al alcance de sus habitantes. La primera es trabajar en una página web guarra (sí, la triste noticia es que llevamos años haciéndonos pajas con modelos que encontramos en internet y que resulta que llevan años muertas en el infierno). La segunda es trabajar como operador de telemarketing. Un sistema perverso va poniéndote en contacto con husos horarios donde sea la hora de la cena y la gente esté a punto de sentarse a cenar. En ese momento, suena el teléfono y… “le estoy preguntando a un cretino vivo qué colores de bastoncillos de algodón complementarían mejor el esquema de colores primarios de la decoración de su cuarto de baño. En una escala del uno al diez, le pido que me puntúe los siguientes sabores de brillo de labios: miel caliente… brisa de azafrán… menta oceánica… resplandor de limón… azul zafiro… rosa cremosa… ascua ácida… y baya de irrigación vaginal.” Perverso, ¿verdad?
+ Los demonios en realidad son antiguos dioses en los que los humanos dejaron de creer. Eso explica la mala leche que se gastan.
+ El infierno es el lugar ideal para los mitómanos, los lectores de la prensa del corazón y los rockeros. Allí puedes encontrarte a Marilyn Monroe, a Kurt Cobain, a Frank Sinatra, a Ava Gardner. En cambio en el cielo las únicas celebridades son Harriet Beecher Store y el Mahatma Gandhi.
La verdad es que según describe el infierno Palahniuk me están dando ganas de visitarlo. A partir de mañana dejaré de lavarme las manos después de utilizar el aseo.
***Os deseo un feliz 2014. Es la primera vez en varios años que pienso que realmente el año que viene será algo mejor que el que se va. En fin, hoy me siento optimista.