Aires de cambio revolucionan la redacción de la revista World Now, en Seattle. Faith Holland, que se ha acomodado en la sección de moda y belleza, se encuentra de pronto en una encrucijada laboral: o vuelve a hacer de corresponsal, y en África, nada menos, o se queda en la calle.
Tres años atrás, la pérdida del hombre al que amaba la apartó de las coberturas internacionales; volver a la primera línea supondrá un reto en todos los sentidos: profesional, personal y, aunque no lo espera, también emocional.
Mathew Parsons es un conocido corresponsal freelance, que lleva varios años cubriendo los conflictos en el corazón de África para los principales medios estadounidenses.
Es descarado, controvertido y hace del trabajo su vida. Un primer encuentro accidentado, una opinión prejuiciosa y confesiones a media voz en el silencio de un pasillo marcarán el inicio de una relación profesional que se convertirá en una apasionada historia de amor, pero también en una aterradora pesadilla.
Dos personas en busca de la verdad en medio de un conflicto, luchando por sobrevivir al combate más atroz y a la intensidad de sus sentimientos.
Cuando todo está perdido, cuando te han despojado de cualquier esperanza, ¿qué estarías dispuesto a hacer por la persona que amas?
Encuadernación: Rústica con solapas
Esta novela está recién salida del horno, lleva a la venta desde el 11 de septiembre. Cambiamos de género y pasamos a la novela romántica. Pero para los lectores que no les gusta el género que no huyan tan rápido porque tiene un trasfondo más duro y más profundo por lo que no hablamos de una novela sensiblera.
Desde que a Faith, nuestra protagonista femenina, le dan un ultimátum en su trabajo para que espabile y vuelva a ser la periodista con garra que era en antaño, su vida da un vuelco. Se embarca junto a un fotógrafo amigo rumbo a Centroáfrica para cubrir los conflictos bélicos y todo lo que ello conlleva: niños soldados, problemas médicos, tráfico de armas, violación de los derechos humanos... Si todos podemos imaginar lo que conlleva una guerra podemos imaginar que el ritmo que llevan allí los periodistas es frenético y es la sensación que tenemos al leerlo, que no paran desde el momento que aterrizan. Pero a Faith se le cruza Mathew, un corresponsal freelance que de amable tiene poco aunque es muy bueno en su trabajo, además en el corazón nadie manda. Entre ellos existe una gran tensión y las circunstancias harán el resto.
Patricia describe muy bien tanto a los personajes como el entorno que allí se vive, en ocasiones podemos paladear el polvo que respiran, y mantiene la tensión en los momentos oportunos, llevando de la mano al lector para que en ningún momento pierda el interés en los acontecimientos venideros y por lo que mantiene la incógnita.
Tal vez sí que he echado un poco de menos que se profundizara un poco más en los conflictos, que tocar se tocan, pero no detalladamente (me explico si están en el campamento de los niños soldados la trama se resuelve un poco pronto), aunque es obvio que no es el propósito de la novela. Con ello no quiero decir que no se pongan de relieve los problemas que lleva aparejados la guerra, pero sin aburrir a quien prefiera no leer sobre ello dado que de ser muy explícito se tiende a llegar a ser cruel. Va alternando los momentos crueles con anécdotas que humanizan la guerra y es que es así, en medio del horror también se abre paso la vida. Pero los conflictos desgraciadamente como nos expone la autora parece que se calman pero nunca llegan a apagarse las llamas. Yo veo esta historia me permito catalogarla como una novela romántica pero con su trasfondo importante de denuncia social.
Reseñado por Rocío Carralón
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