Consultando el nivel de desempleo por país recurro al sitio web Index Mundi, y allí observo cifras que van de la tragedia a lo sublime y no lejos algunas de estás de lo que es una aberración, como es el caso de Cuba que aparece como un país donde el empleo está seguro para casi todos, y donde en la realidad la mayoría de los habitantes en la Isla caribeña están en condiciones de pobreza extrema y viviendo al nivel de un desempleado en México o peor incluso.
Cuando uno tiene un buen nivel o un excelente nivel de vida como el que se tenía en España, afrontar la crisis económica que ya lleva más de cuatro años y no quiere terminarse, es vivir en el infierno, es vivir en la peor de las pesadillas y no poder despertar.
Regresando al índice en cuestión, España aparece en el lugar 34 (21.7% de parados) de un total de 199 países, donde lo más cercano al primer lugar es lo indeseable. Zimbabue encabeza la lista con una increíble tasa de desempleo del 95% y Mónaco es el último de la lista con el 0% de parados. Nuestro México ocupa la posición 148, siendo esta la primera vez que me causa alegría no figurar en los primeros sitios de un ranking.
La pregunta del millón de dólares es: ¿Cuando terminará esta crisis mundial? La causante del crecimiento en los índices de desempleo.
La respuesta es de lo más compleja, en un mundo globalizado las crisis las padecemos todos mientras los beneficios son de unos cuantos y estos no pueden ser globalizados; esta es una lección que nos ha traído el mundo moderno. Creo que todos suponíamos que la globalización era buena y necesaria, hoy somos muchos quienes hemos sentido el rigor de la misma y deseamos regresar en el tiempo. ¿Verdad?