El infierno que viven muchos niños trans. Depresión, trastornos de comportamiento y suicidio

Publicado el 03 agosto 2019 por Mike Sala @mikesala65

Puede escuchar el texto  y ver el vídeo al final del artículo.
El otro lado de la moneda de la ideología de género suele ser oscuro y sórdido. Bajo la excusa de “visibilizar a colectivos marginados y perseguidos” se oculta un interés sucio y aberrante que consiste en manipular al individuo mucho más allá del sectarismo político.
Un lado oscuro y sórdido donde todo se justifica si es para que cualquiera que se niegue a sí mismo pueda contar con la aprobación de una sociedad corrupta y cobarde que le protegerá frente a cualquier persona coherente que vea la realidad y se atreva evidenciarla ante los demás.
Y dentro de esa ideología de género que encuentra acomodo en una inmensa mayoría de medios de opinión e información, se está imponiendo una de las corrientes de “pensamiento” más infames junto a la que pretende la normalización y legalización de la pederastia: la aceptación de que cualquier niño, sin importar su edad, pueda definirse sexualmente como él mismo “se percibe”.
Afortunadamente, cada vez son más numerosas las voces que se alzan para denunciar los profundos trastornos que la ideología de género provoca en la infancia que cae bajo su influencia. Profundos daños que llegan a convertir casi en pura anécdota que un niño se declare niña, o viceversa, con el fin de llamar la atención de su entorno y conseguir alguna notoriedad. Las consecuencias inmediatas, que el niño no puede llegar ni a prever ni a valorar, suelen ser demoledoras. Educadores, psicólogos y psiquiatras advierten que el estado de confusión y ansiedad en el que suelen vivir muchos de estos “niños trans” llega a ser tan devastadora que el número decasos extremos que acaban en intentos de suicidio y suicidio de facto es abrumador, y que incluso los que no llegan hasta tal punto presentan en no pocos casos un alto índice de trastornos de ansiedad, alimentarios y de comportamiento.
A los defensores de la ideología de género todo esto les trae sin cuidado. Su interés va por otro lado, y los menores, jóvenes y adultos que acaban trastornados, o algo peor, son daños colaterales sin importancia, fruto de una estrategia planificada para desarticular la personalidad del individuo en aras de una mayor obediencia a unasociedad hedonista y falta de todo principio moral y ético.
En el siguiente vídeo de tres minutos y medio, el conferenciante incide en algunos aspectos que no se suelen tener en cuenta a la hora de valorar por qué un niño quiere ser visto como otra persona del sexo contrario. Es decir, ser aceptado como lo que nunca llegará a ser, por una sociedad que le apoya en su autoengaño. Motivos que en muchas ocasiones son verdaderas tragedias de las que un niño trata de huir queriendo ser una persona diferente, y que pueden llevarle a una desesperación mayor de la que su propia personalidad, aún sin formar pero a la que se le quiere conceder una capacidad de elección y raciocinio que realmente no existe, no puede soportar y que acaba en tragedia demasiado a menudo.
Una gran parte de la sociedad no quiere aceptar lo que sucede, y muchos de los padres de estos niños creen, intoxicados por una ideología de género omnipresente e inquisitorial, que apoyar a un hijo en sus desvaríos es respetarle y protegerle. Pero, en demasiadas ocasiones, esos mismos padres acaban por aceptar que, lejos de ser una solución, lo que su hijo ha decidido y que ellos han permitido es acrecentar un problema que, con el paso del tiempo, llega a ser insalvable.
El extracto de  la conferencia de Walt Heyer comienza en el minuto 3:17



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