Hace unos días hacía una irónica reflexión sobre la paradoja iniciática a modo y manera del vuelo del Espíritu Santo, la cual publiqué en el blog MASONERÏA SIGLO XXI, aunque ya es un tema bastante manido, sobre el cual ya he escrito abundantemente, como se puede ver por los enlaces anexos
http://www.victorguerra.net/2015/06/paradojas-masonicas-lo-iniciatico-o-el.html
Pues bien, este post rápidamente fue contestado por el Hermano Spartacus, desde el Blog MASONERIA MIXTA, con un artículo titulado: ACERCA DE LO INICIATICO. http://masoneriamixta.es/acerca-de-lo-iniciatico/ Yo no niego que haya hermanos masones que vivan la iniciación como tal durante su entrada en la masonería y que vivan estos como un Initiation summum, al igual que defiendo que para otros, tal entrada constituya un acto de aceptación, como es mi caso.Por cierto, Querido Spartacus, lo de aceptado/s no solo abarca a aquellos que fueron introducidos en el seno de la masonería operativa, y denominados aceptados, sino que la doctrina de la Aceptación se mantuvo durante mucho tiempo en la masonería, y aún hoy se mantiene.Pues hay masonerías y masones, que aún en el siglo XXI, entendemos que nuestra entrada en la francmasonería, más allá de las pruebas rituales no deja de ser una aceptación, en tanto que entendemos la vivencia masónica como un proceso vivencial, y si quieres hasta iniciático en tanto que dicho proceso nos depara muchas sorpresas, como bien expresa la RAE., Creo que en todo este asunto no podemos hacer que las pulsiones emotivas personales e intransferibles que se dan tras la entrada en masonería y sus misterios, y causa de las condiciones morfológicas que ello reviste, y su capacidad para simbolizar, se le pueda considerar como ritos de paso a todos los efectos, puesto que la masonería no iniciaba, sino que aceptaba, solo así se puede comprender los cambios habidos e introducidos para hacer de esa entrada una Iniciación y de ahí a la consagración, y revestir tal hecho de una seriedad mística-esotérica en cuya consecución hubo muchos hermanos implicados, muchos ritos y muchas estructuras, relacionando además la iniciación con el hecho iniciático visto más allá de la "sorpresa" y más ligado a cuestiones seudomistéricas que a otra cosa.
Para que se vea cual ha sido la evolución hacia esa transcendental cambio de la aceptación a una inicaición» comentar que el despojo de los metales e produce en 1740, que la cámara de reflexión no se conforma como tal hasta 1770, que los «viajes aparecen en 1730 y no se asimilan a las «pruebas» hasta 1780 y que por ejemplo la copa amarga pues no se utiliza hasta 1770, si ponemos estas fechas en relación con otros hechos, amen de leer por ejemplo Quelque questions propos du mot du maçon 1696, en él nos podemos dar cuenta de cuando se empieza virar hacia una complejo mundo seudo-mistico que reviste todos estos pasos, cuyo hecho final se quieren presentar como una unidad conformada entorno a la inicaición y lo iniciatico.
Para algunos de nosotros el verdadero proceso iniciático, es todo un periplo vivencial y existencial dentro de la masonería, no solo remitido a un determinado momento. sino a muchos otros, como pueden ser las exaltaciones que uno puede vivir en su periplo masónico, o vivenciando la aceptación de cargos y responsabilidades, estudiando o reflexionando en como aportar luz al consenso, eso es lo que entendemos algunos por Aceptación o proceso iniciáticoPero no, hacemos de lo iniciático, y de la iniciación una bandera, un adjetivo que a veces se entiende y se siente como elemento discriminador, por su alta presencia en una de cada tres frases, a modo de una reliance de “pata negra” y como si el emisor hubiera sido tocado por el halo de paloma.Querido Hermano Spartacus, acuérdate de que te iniciaste en un taller del GODF, donde no se vivencia para nada tal ceremonia como iniciática, y cuyos conceptos no están presentes en el discurso del GOdF, al menos en la corriente ritualista en la que ambos trabajamosPor otro lado colocando la iniciación como punto cenital y haciéndola extensiva a lo iniciático, para ser tal proceso ritual debería darle al sujeto entrante plenitud de derechos, o sea de aceptación entre iguales; pero no sucede tal cosa, ya que a este recién entrado no tiene plenitud de derechos, ni de acción, ni es un igual a todos los demás, puesto que no puede hablar, y habla por intermediación, no puedo votar, según qué cosas, y por tanto queda al margen de un buen montón de cuestiones, de la logia, como grupo en el cual se inserta, y todo ello sucede no por capricho sino porque así lo recogen los Reglamentos de muchas Obediencias.Si se plantea así la cuestión, el único pase que pudiéramos considerar como verdadera iniciación y con valor iniciático sería la exaltación al grado de Maestro Masón, en tanto que abre las puertas a la gran sorpresa, que es otro largo proceso que se abre a nuevos misterios y a nuevas interrogantes, ya que el aprendizaje ha concluido y al aceptado como Maestro Masón, y por tanto obtiene plenitud de poderes y deberes entre sus iguales en la logia, pudiendo manifestarse, pudiendo votar, ser elegido. etcPor otro lado es de extrañar que los masones operativos, tan embebidos de los Antiguos Deberes, no se dieran cuenta que eran fruto de la iniciación y de los procesos iniciáticos, y es sorprendente, más aún, que los padres fundadores de la masonería moderna, que hablaban de la razón, de la libertad del desencuentro entre la libertad y la moral, no le dieran importancia a un hecho de esa naturaleza, ya que si tuvieras la delicadeza de leer los rituales del siglo XVIII, divulgaciones y catecismos, verías que las ceremonias eran muy simples y nada misteriosas, pues se aceptaba y entraba al recién llegado por las palabras y los toques y poco másSerá casi 80 años más tarde, cuando se va codificando el corpus ritual más antiguo para plantear un nuevo paradigma ritual, ante el cual el rito primordial se mantuvo al margen de los esoterismos que empezaron a campear por las tierras masónica, recuérdese que son los tiempos de los Conventos de Paris y de Wilhelmsbadt en los cuales algunos de estos hermanos lucharon por deslindar la masonería del esoterismo reinante como reacción a la una fuerte presencia católica en el seno de la masonería, y que a su vez defendieron los temas del laicismo (1870 y de la laicidad (1871) Tal vez el hecho de estar en un rito, y no en otro, y que alguno de ellos como el REAA, fuera tan permeable, en pro de conseguir la gran predominancia histórica que ha conseguido, en base a su maleabilidad y a absorber toda escuela y corriente de pensamiento, presente hoy ese corpus ritual, tan exótico preñado de temas carolingios que decía Porset, o sea de rosacrucismo, hermetismo, iluminismo, kábala, New Age.. etc , tal vez todo esa mezcolanza hace que uno sea reo de las reminiscencias de alguna de esas cuestionesPor eso cuando uno ha trabajado en los ritos primordiales y en determinadas estructuras, a uno le haya sido más fácil deshacerse de las cuestiones de creencia y fe y el GADU y lo iniciático, y otros en cambio pese a los siglos pasados aun lidian con la cuestión de levantar los trabajos al GADU o al Progreso de la Humanidad. Para finalizar, tal vez las Obediencias, que son reos también de ciertas circunstancias y condicionantes históricas, a veces sufren de esa intemperancia de querrer cambiar, modificar, cuando no trasliterar rituales para parecer más neutros, menos crísticos y esotéricos, lo cual por otra parte se contrapone con ese machaconeo por aparecer, renglón tras renglón, como iniciáticos, y llenos de una alta vocación masónica que parece infurdirles el hecho de tener de forma constante el palabro iniciático en sus discurso, Como si esa condición fuera el resultante de un clivaje de alta densidad espiritual o seudo-mística, de lo cual las Obediencias que defienden ese concepto deberían no hacer trampas en el solitario, y exigir, sí esa es su vocación, a sus miembros un compromiso formal y reglado, de comprender, asimilar, y vivenciar los valores iniciáticos de la masonería que prodigan, yo creo que no estoy en ese tipo de estructura masónica, al menos en los Reglamentos nada se dice sobre estas altas cuestiones.Dejemos pues Querido Hermano que cada uno viva su masonería desde la condición que crea conveniente para el Progreso de la Humanidad , Por mi parte creo estar en una Obediencia que no me fustiga con el tema de que mi condición de masón ha de estar ligada a lo iniciático., sino al contrario, me fustiga para reflexionar en bien de una sociedad esclarecida desde una perspectiva nada esotérica, buscando valores como la laicidad en un campo plagado de sincretismos seudo-religiosos, y persisto Querido Hermano en lidiar con estos temas, pues no en vano nos encontramos entre la creencia y la descrencia, eterna metáfora y fiel aguijón para nuestra inteligencia, y máxime en masonería.
He dicho. Victor Guerra MM.:.