Es casi inevitable no hacer la reflexión después de lo acontecido en estos últimos dos días. El jueves, el Vila-Real certifica su pase a cuartos de final de la Europa League liderados, una vez más, por un clarividente Borja Valero.
Parece fácil, pero no es común encontrar un jugador que elija siempre la opción correcta a la velocidad a la que lo hace el 20 del Submarino Amarillo. Otro gran partido.
Unas pocas horas después, casi mientras se conocía que el Twente será el rival en la siguiente ronda europea, Vicente Del Bosque hacía una nueva convocatoria para un partido internacional… donde no estaba el jugador formado en ‘La Fábrica’.
He leído en distintas redes sociales (no lo neguemos, la mejor manera de medir lo que opina la gente en temas triviales) voces que pedían la presencia de Valeron en la selección, usando erróneamente, la comparación con Javi Martínez.
El primer error es que el jugador del Athletic y Borja son jugadores de corte y de posición diferente en el campo. Y después, sólo tenemos que mirar qué jugadores están, para Del Bosque, por delante suyo: Xavi, Iniesta, Silva, Mata… y porque Cesc no está disponible. Sin entrar a valorar en quién está por delante o no por lo que pueda aportar a este equipo es innegable que hay superpoblación de centrocampistas de toque, visión y llegada.
Sin embargo, con la salida de Senna del equipo, tiene sentido la presencia de Martínez, para compartir puesto con Busquets y Alonso. Sin hablar de la baja de Puyol que desplazaría a Ramos al centro por lo que también se justifica la presencia de Iraola. Y esto sin hablar del problema del lateral izquierdo que ya abordaremos otro día.
Así que esta será la ‘maldición’ de Borja Valero, que camino de los treinta años ve como el haber coincidido con la generación más brillante de nuestro fútbol le quitará peso histórico en la selección.