En la reedición de la final de la UEFA Champions League de la temporada pasada, el conjunto dirigido técnicamente por el brasileño Leonardo venció por 2-3 a los comandados por Louis Van Gaal y de esta forma accedió a los cuartos de final de dicha competición.
El partido comenzó con un dueño de casa que tomó la iniciativa en ataque, controlando la pelota y haciéndola circular a ras del suelo. Pero a pesar de sus intenciones, el Inter se puso en ventaja a los tres minutos a través del camerunés Samuel Eto’o, que venció el arco de Thomas Kraft luego de ser asistido por su compañero Goran Pandev.
Los visitantes lograron en primera instancia lo que mejor saben hacer: cuidaron el balón en la zona defensiva del campo y esperaron el error del rival para poder lastimarlo. Por su parte, el Bayern Munich intentó jugar asociadamente de la mano Bastian Schwainsteiger, el francés Franck Ribery y el holandés Arjen Robben.
A pesar de esa tendencia, el empate del cuadro germano llegó a los 20 por un error del portero interista Julio César, quien no pudo contener un disparo de media distancia de Robben: Mario Gómez aprovechó ese rebote y estableció el 1-1 con un linda definición. Con ese gol, el Inter se vio obligado a buscar el resultado, por lo que dejó espacios libres en su última línea (algo poco habitual en este equipo). Así, el Bayern Munich fue a la carga en busca del 2-1 y lo consiguió a la media hora de juego, gracias a Thomas Muller.
En los últimos momentos de la primera parte, el Gigante de Baviera pudo haber estirado la diferencia, pero la suerte, las malas definiciones y la férrea defensa de la escuadra de Milán se lo impidieron.
El Inter no mostró recuperación en el complemento, signo de ello fueron algunas desatenciones claras de sus futbolistas; en tanto que el local buscó su tercer tanto manejando con calma el balón en la mitad de cancha y esperando el momento oportuno para acercarse al área grande contraria. Sin embargo, con el correr de los minutos el campeón reinante de la máxima competencia europea clubes se amoldó y acorraló al Bayern Munich: a los 62 minutos, el neerlandés Wesley Sneijder indicó el 2-2 gracias a una potente ejecución de media distancia.
A partir de ese momento, el encuentro se convirtió en un ‘golpe por golpe’. Los dos se turnaban los ataques aunque sin éxito; ambos intentaron aprovechar las distracciones defensivas del otro. El Bayern Munich buscó lastimar teniendo la posesión de la pelota, mientras que los italianos confiaron plenamente en la potencia de sus delanteros y finalmente encontraron el triunfo y la clasificación a los cuartos de final gracias a Pandev, que sentenció el 2-3 luego de una gran jugada individual de Eto’o.