El invierno de los leones. Jan Costin Wagner

Publicado el 21 junio 2011 por Carmina

Siempre hay portadas que llaman la atención del lector, no se porqué esta precisamente me atrajo desde el primer momento, me cruzaba con ella cada vez que visitaba cualquier librería y cuando por fin me crucé con ella en la biblioteca me lo llevé sin pensar, sin leer la contraportada, sin tener en cuenta que se me estaban solapando las lecturas negras y me gusta cambiar de género. No conocía al autor y nunca hubiera pensado que fuera finlandés, y sin embargo he conocido otro autor de novela negra nórdico, muy bien considerado en su país y con un policía completamente diferente. Y digo diferente porque para empezar, el protagonista no es el comisario, sino un simple agente cuyas corazonadas son tenidas en cuenta en el departamento por muy manidas que suenen, porque al final termina teniendo razón.
La solapa del libro que leí ponía que el autor era finlandés, sin embargo el apellido no me lo pareció en ningún momento y después de consultar algunas páginas, descubro que el autor es alemán aunque su detective sea finlandés y las tramas al parecer se desarrollen en este país escandinavo.
Tampoco Kimmo Joentaa es el clásico detective nórdico, triste y con miles de problemas y alcohólico, es un hombre normal, con sus fantasmas como todos podemos tener, si consideramos a estos los recuerdos tristes que a veces nos embargan, desde la muerte de su mujer no se le ha conocido pareja y vive centrado para las investigaciones, es un hombre bastante tímido, retraído, amigo de sus amigos y preocupado por los compañeros.
Antes de leerla no sabía que era la tercera de la serie de este detecrive, pero como el autor contextualiza bastante bien se puede leer independientemente, sin haber leído ninguna anterior sabes quien ha sido su mujer y porque se ha quedado solo y cuales son sus sentimientos, y sobretodo como intenta sobrellevarlo. Para mi este detective que solo recibe alabanzas de la critica es todo un acierto, aunque alguna vez le hubiera dado algún toque de atención.
La novela está escrita en forma de diario si tenemos en cuenta que empieza los capítulos con una fecha, y se desarrolla en los escasos días que van del 24 de diciembre al 31 del mismo mes, el primer capítulo por así decirlo engloba desde el 24 al 26 de diciembre y luego ya son capítulos que solo relatan un día. Dentro del mismo capítulo hay como subcapítulos que nos van situando en los diferentes enclaves y sucesos, me ha parecido un acierto la forma de presentar la historia. Pero si os acordáis en más de una ocasión he comentado que esta novela me tenía descolocada, y eso venía de la mano de los tiempos verbales empleados, y aunque al final todo termina encajando como en un puzzle al principio te descentra bastante.
Y es que los capítulos están narrados en pasado y en tercera persona, y solo los diálogos que son muchos y variados le dan agilidad. Pero sin previo aviso encontramos un subcapítulo narrado en presente, y en tercera persona y en un principio no tenemos ninguna pista de quien es el protagonista, ni que tiene que ver con la investigación que se esta llevando a cabo. Conforme se avanza en la lectura se intercalan más capítulos en presente y se empieza a ver cual puede ser la finalidad, pero no es casi hasta el final cuando le ves el sentido y la complicidad que el autor quiere fomentar entre ese protagonista del que vas sabiendo las cosas en cuentagotas y el lector. Este último siente que sabe cosas que se le escapan a Kimmo Joentaa, pero al mismo tiempo no sabe como encarjarlas en ese puzzle que es la investigación.
Los subcapítulos son tan cortos que ejerce la función de page turner, y te incita a leer para descubrir como los investigadores pueden resolver unos crímenes tan limpios y perpetrados a plena luz del día, sin testigos, todo un reto que auna a las comisarias de policía de dos ciudades Turku, donde esta destinado Kimmo, y la de Helsinki.
Los enclaves en los que sucede la acción son estas dos mismas localidades y sus alrededores, aunque quizás eso no es lo más importante, porque el autor no abunda mucho en las descripciones de las ciudades, si no más bien en la de los inmuebles que se ven involucrados, así como con otros autores es muy fácil pasearse por los enclaves que describen con deleite, en el caso de Jan Costin Wagner eso no es posible, sin embargo si lo es visualizar una habitación, una fachada o incluso un edificio entero.
Si algo ha llamado mi atención es la facilidad que tiene el autor para denunciar las prácticas de algunos programas de televisión que se pueden considerar más que abusivas y que sin embargo tienen unas cuotas de audiencia tan elevadas que siguen en antena a pesar de que éticamente no se tendrían que retransmitir. El autor tiene una sensibilidad extraordinaria para indagar en el dolor de las personas, para crear personajes heridos, pero que al mismo tiempo son generosos y tienen una gran capacidad para amar, parece un poco contradictorio sin embargo visto desde la óptica de este aleman todo es posible. Nos muestra la muerte y el crimen desde una optica positiva, la reacción de las personas que les sobreviven.
Los personajes están trazados con guante blanco, de todos ellos por poco que aparezcan sabemos algo, están descritos física o psicológicamente depende de lo que el autor quiera destacar de cada uno de ellos, también sus sentimientos brotan de ellos mismos sin que el autor tenga que describirlo exhaustivamente, y para mí ese recurso convierte a esta novela en una lectura ágil y trepidante, a pesar de ser una novela nórdica, en todo momento estas esperando una pista más, incluso cuando la investigación esta en vías muertas se van descubriendo pequeñas pistas que te mantienen expectante.
Lo de los nombres a pesar de haber leído tanta novela nórdica es una cosa que todavía me cuesta y me ralentiza y es que en esta en particular algunos tienen delito, aún así después de comprender que es lo que me descolocaba me ha gustado y me lo he pasado bien, he comprendido en cierta manera a Kimmo Joentaa, y casi lo he adoptado en mi club de detectives favoritos que sigue encabezando dentro de la novela venida del frío Hole...
Una pequeña pega porque toda novela la tiene, después de leerla no he entendido ni el titulo ni la portada, no hay ningún personaje que encaje con la chica, y eso me ha dejado un poco pensativa, quien hace las portadas no lee los libros?, porque ultimamente entre portadas que no son adecuadas y no transmiten el argumento y contraportadas que no tienen nada que ver la trama o bien te la destripan entera, me tienen un poco desconcertada, hasta el punto de coger muchos libros sin leer sus sinopsis. Recomiendo a los que se vayan a enfrentar a este libro que no lean la sinopsis porque destripa practicamente el libro, vamos te sobran hasta el día 28 todos los días, vale la pena descubrirlo poco a poco... Despues de haberla copiado para que pudierais consultarla, he decidido borrarla porque a mi parecer revela demasiado.
Esta es la tercera novela que reseño para el reto los diez misteriososos , y aunque me he saltado unas cuantas que tengo pendientes me apetecía escribirla con la lectura bastante reciente y sin que se perdieran esas primeras impresiones, le seguiré la pista al autor, aunque de momento su primera novela no la tengo localizada ni en bibliotecas ni en librearías, pero me gustaria empezar la serie desde el principio.