El isomalt es un edulcorante que quizá os suene porque en los últimos realities shows de cocina ha aparecido en varias pruebas, poniendo a los concursantes ante un reto que superar bajo la mirada de jueces y del reloj. Y es que este ingrediente moderno permite elaborar formas diversas y divertidas para dar a los postres una imagen elegante y diferente.
Pero lo que nos interesa es su versatilidad y las posibilidades que nos ofrece para trabajar. Con un poco de maña, se pueden crear caramelos trasparentes que nos servirán como adorno. La primera vez resultará un poco difícil por los nervios, pero ya una vez se repita la acción, seguro que os parece un ingrediente sencillo de manejar.
Hay que calentar el isomalt (suele venir en polvo) en una cazuela sin agua. Cuando este derretido (habrá tenido que llegar a una temperatura de unos 140 grados) se tendrá que verter en algún tapete de silicona o en algún molde para que se enfríe y vuelva al estado sólido. Y ya lo tendremos listo para colocarlo donde queramos.
Si queremos que tome algún color especial se le puede añadir algún colorante que le otorgue la tonalidad que estemos buscando. Igualmente se le puede añadir algún concentrado soluble de sabor para que además le aporte el toque que busquemos que le dé al plato. Nos ofrece infinitas posibilidades, tantas como imaginación tengamos. También se puede probar a crear pompas o esferas si se insufla aire en una masa de isomalt caliente. Es más complicado, pero queda un producto muy resultón.
Para que vayáis practicando os dejamos una receta de Cuisine Innovation de perlas con isomalt.
Y si os ponéis manos a la masa, podéis compartir con nosotros las fotos de vuestras creaciones.