Esperanza Aguirre, a la sazón presidenta de la Comunidad de Madrid, se opuso, en 2010, a la subida de 2 puntos del IVA que el gobierno Zapatero impulsó, abanderando una “campaña de rebelión” contra la propuesta socialista. “No más IVA. La respuesta debe ser masiva” fue el lema de dicha ofensiva popular contra lo que el propio Mariano Rajoy calificó como “el sablazo del mal gobernante”. Dos años más tarde, el PP en el poder, sube el IVA y eleva, en los productos culturales, el tipo impositivo del 8% hasta el 21%, 13 puntos de golpe sin consideración alguna a un sector permanentemente afectado por una crisis que va más allá de la meramente coyuntural. Y ha borrado en su memoria cualquier intento de recuerdo del pasado.
El álbum de fotografías donde se muestran instantáneas de Rajoy y Aguirre incitando a la gente a rebelarse contra el pago del impuesto ha sido definitivamente borrado de la memoria del PP. Éste prefiere sustituir la subida del Iva de dos puntos “que iba a abocar a España a la ruina”, por el alza de 13 puntos “como única solución para acabar con la crisis”. Y escogió el momento para llevarla a cabo entre cines, teatros, circos, conciertos y exposiciones. Un incremento que supondrá un aumento de 5 euros en la entrada de los teatros y el de la recaudación de los cines y que obligará a cerrar 859 salas, así como al despido de 3.507 empleados. De esta forma, Mariano Rajoy coloca a España como el país de la Zona Euro con el tipo más alto, frente al 13% de Grecia y Portugal, el 10% de Italia, el 9% de Irlanda, el 7% de Alemania, y el 5,5% de Francia.
La Unión de Asociaciones Empresariales de la Industria Cultural Española y la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) pintan un “futuro escalofriante” pues prevén el cierre del 20% de las empresas del sector, la destrucción de más de 4.500 empleos directos, la reducción de 530 millones de Euros de ingresos, y la pérdida de 43 millones de espectadores en las salas de cine, teatro, música en directo y del circo. Claro que, para el gobierno del PP esto supone que la gente dedique más atención a la radio y a la televisión públicas, hoy de capa caídas, al estar estas más controladas que nunca por PP y al sufrir bajadas alarmantes y desplazamientos hacia las radios y canales privados. Todo lo cual redunda en una pérdida de creatividad, un desperdicio de talento, y en un retroceso en la calidad de vida de los ciudadanos, provocando el “ivazo” un descenso más acelerado del consumo cultural.
Doce de las asociaciones más importantes de las industrias culturales mundiales (cine, teatro, música en vivo, circo, ópera, etcétera) se dirigían el pasado viernes al presidente Rajoy en una carta que decía: “Expresamos nuestra profunda preocupación por la reciente decisión del Gobierno español de subir más del doble en el impuesto del Iva en los ingresos de cine, música…, pasando del 8 % al 21%”. Los firmantes piden al Gobierno que “reconsidere su decisión e este cambio en el tipo de IVA y ponen ejemplos de otros países europeos en donde la subida ha tenido “un efecto devastador” y/o han echado marcha atrás.
Pese a ello, el PP se niega a bajar el IVA. Los conservadores consideran que la crisis hace inviable la rebaja, mientras que el resto de partidos critica que no hayan planteado una alternativa para frenar la caída de la recaudación y una sangría laboral que “pone en jaque a medio millón de ciudadanos”, según ERC. En el cajón, aún espera la Ley de Mecenazgo anunciada por el Ministerio. Y hay quienes hablan de una “venganza contra la cultura por parte del Gobierno”, una cultura que no interesa, de un mazazo a la industria cultural y de un aumento de aficionados al fútbol.