El jabón de Julia, pasta para ropa

Por Paloma Alós @eltercerbrazo


Hace unos meses asistí a un curso de cosmética natural. Me interesan mucho este tipo de recetas, que lejos de poder agradar nuestro paladar, pueden devolvernos a esa rueda donde uno puede coger prestado de su entorno una sustancia natural que necesita, y -en lugar de devolver contaminación en forma de sobras y desechos al medio ambiente- haciendo un buen uso del préstamo, termina el círculo del reciclaje para no dañar el espacio en el que vivimos y del que nos sustentamos. De esto sabían nuestras abuelas… no hace tanto cuando aún se usaban los aceites gastados para jabón (igual para el corporal como para el de ropa). Este jabón de Julia, para ropa, es un ejemplo.

Durante el curso, nos explicaron cómo hacer jabón (yo ya lo hacía y la receta no me era desconocida, aunque evidentemente existen muchas variantes y me encanta porque siempre se aprenden cosas nuevas).

También nos dieron nociones e indicaciones para fabricar nuestros propios ungüentos, cremas, protectores solares, mascarillas, desmaquilladores, tónicos faciales, tinturas… Resulta fascinante observar de qué manera la Naturaleza puede proveernos de muchísimas cosas (hablo de usos de plantas e ingredientes totalmente inocuos y eficaces, como la cera de abejas o como esencias de hierbas aromáticas), y resulta escalofriante comprobar cómo el ser humano -teniendo esos recursos al alcance de su mano- a día de hoy solamente sabe “recolectar los frutos” que crecen en los estantes de los supermercados… curiosamente, cuanto más caros, mejor?

Hago estas reflexiones porque una de mis mayores preocupaciones desde la humilde cocina de mi casa, donde -como en todas- acabamos recopilando aceite gastado que no es apto ya para consumo, es ¿qué hacer con él?

He preguntado y me he interesado mil y una veces en saber cómo sacarle partido… y no por ahorrarme los dos duros que puede costar un aceite nuevo, sino por no saber dónde ni cómo eliminarlo sin destrozar la mano que me alimenta: La Tierra.

Hay quien dice (y hace habitualmente) que lo mejor es meterlo en un tarro de cristal, luego al fondo de la bolsa de basura, y finalmente… el camión de la basura lo recoge. Problema resuelto!

Ojos que no ven, corazón que no siente…

Otros piensan que dejarlo correr por la boca del desagüe de la pila de casa es la solución más “limpia”, porque el agua se lo lleva. Lógicamente, estas personas no han pensado que efectivamente, es la solución más limpia, pero para sus fregaderos… porque el aceite en el agua no se disuelve…

¿Qué hacer? Las sobras de una fritada casera no son el problema. El problema son las sobras diarias de todas las fritadas caseras de todos los hogares que cada día se cuelan por los desagües o desaparecen en el interior de las basuras… Es como barrer y meter los escombros debajo de la alfombra de tu propia casa.

Por eso, porque el problema es muchísimo más serio de lo que nos empeñamos en no ver cerrando los ojos, porque a la corta y no a la larga debemos hacer algo para cuidar el planeta que nos sostiene con vida, porque tenemos que empezar a tomar conciencia con lo que somos y agradecer lo que tenemos cada día…

Por eso, hoy que la Primavera arranca un ciclo más, quiero dejar este mensaje. Yo no tenía idea de lo que hacer con el aceite. Julia, una compañera junto a la que me senté durante el curso, me dio esta receta, que ella viene gastando hace años.

Yo la he probado. Llevo meses sin comprar detergente de lavadora y tampoco de ropa para lavar a mano. Utilizo éste y es fantástico.

La receta se hace con lavavajillas (una parte). Yo uso lavavajillas ecológico porque lo que cuesta con lo que te ahorras sin comprar detergente, no tiene comparación y de ese modo el agua sucia vuelve a un reciclado sin contaminantantes.

Para ofreceros la receta del jabón de pasta para ropa, he dejado el nombre de mi compañera: Julia.

Es mi pequeño homenaje a todas las personas anónimas como ella, cada día más, que se preocupan por restablecer el equilibrio del planeta, haciendo este mundo más sostenible.

FELIZ ENTRADA A LA PRIMAVERA

Receta El jabón de Julia, pasta para ropa

Según la forma tradicional

Ingredientes (para 20 litros)

1 litro de aceite gastado para reciclar
1/2 Kg de sosa cáustica
2 l de lavavajillas ecológico
1/2 l de vinagre de vino
4 l de agua
12 l de agua hirviendo

Preparación

Ponemos en un barreño todos los ingredientes, por el mismo orden que se relacionan arriba, a excepción de los 12 l de agua hirviendo, y mezclamos con un palo largo, removiendo sin cesar en dirección a las agujas del reloj, durante media hora.

El primer día, deberemos removerlo de vez en cuando.

Lo dejamos reposar, tapado, durante 6 días.

Al séptimo día, añadimos los 12 litros de agua hirviendo, mientras removemos de nuevo, mezclando a conciencia. Debemos seguir removiendo durante media hora y -al igual que la primera mezcla que hicimos- removeremos de vez en cuando durante el primer día.

Transcurridos dos días, pasamos la batidora por la mezcla, para asegurarnos de que se integra todo perfecta y definitivamente.

Envasamos en recipientes de boca ancha y que tengan tapadera, para que si necesitamos remover o batir de nuevo durante los próximos meses, para su uso, tengamos facilidad de manipulación, pero que podamos tapar para que mientras no lo gastamos, no se reseque. Qiuzá es interesante comprarnos unos tápers anchos y destinarlos al almacenamiento de este jabón.

Nota: En principio, el jabón resulta pasta líquida. Con los cambios de temperatura y el tiempo sin usar, se endurece, e incluso se separa en capas de densidades distintas. Esto se soluciona volviendo a mezclar. La efectividad del jabón sigue siendo perfecta.

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