Serie El Bosque:#1. El bosque de los corazones dormidos.#2. El jardín de las hadas sin sueño.#3. La ciudad de la luna eterna.
Opinión personal:Tras el final tan impactante del primer libro, tenía las expectativas muy altas con esta continuación, y reconozco que no me ha decepcionado en absoluto, sino todo lo contrario: me ha llegado a sorprender aún más que El bosque de los corazones dormidos, algo que parecía imposible.
Clara ha tenido que cambiar de identidad y huir de Colmenar para evitar que la Organización diera con ella. Ahora Clara ya no existe, ella es Alice, una chica mayor de edad que estudia biología en una prestigiosa escuela de Londres. Allí ha tenido que volver a empezar de cero, sin amigos, sin familia, de nuevo sola en un lugar desconocido, como cuando llegó a la Dehesa cuatro meses atrás.
Pero no es solo la ambientación lo que da un giro en esta segunda parte, sino también la trama de la historia. Dejando a un lado la magia y el misticismo que rodeaba la Dehesa, las explicaciones científicas cobran protagonismo, proporcionando mucha y muy variada información sobre diversos temas relacionados con la semilla y con lo que la Organización busca.
Aunque otras tramas continúan teniendo tanta importancia como en el primer libro, este es el caso del romance. Y en este punto es donde me gustaría destacar algo que en la reseña del anterior libro pasé por alto: el tema del sexo. Esther trata con muchísima naturalidad este punto, cosa que no se da en muchísimos otros libros de literatura juvenil, y debo reconocer que me gusta cómo lo hace.
"Hay cosas que no vemos, pero que dejan un gran vacío cuando las hemos perdido."
Durante la estancia de Clara en Londres, conoce a nuevos personajes que tienen su papel en la historia, como su compañera de cuarto Emma, una chica gótica y algo alocada, el novio de ésta, Miles; o James, el amigo de Miles, un chico encantador, cariñoso, y con un humor inglés que me ha sacado más de una sonrisa, un auténtico gentleman.
Pero aparecen también otros personajes que ya conocimos en la primera parte, como es el caso de Berta, que sigue siendo fuerte, sarcástica y mordaz, pero a la vez adorable -a su manera-; o Robin, que ha tenido un mayor protagonismo que en el primer libro, lo que ha permitido que se le pudiera conocer más aún y descubrir que es un chico muy inteligente y que a pesar de su fachada de chico duro tiene un corazón que de vez en cuando asoma.
A quien más he echado en falta ha sido a Bosco, cuyo protagonismo a disminuido notablemente en comparación con el primer libro, pero se ha visto un poco compensado con Clara, ya que ha vuelto a ser un personaje fuerte, inteligente y entrañable.
Esther Sanz vuelve a regalarnos un relato relacionado con el título del libro, en esta ocasión relacionado con los mirlos. Y acompañan a la trama muchas letras de diferentes canciones que van acordes con cada escena.
Lo que sí mantiene la autora es un estilo sencillo y delicado, con descripciones perfectas. Y el ritmo, al igual que en el primer libro, es ágil y constante. En esta ocasión, la trama vuelve a conseguir que el lector se quede pegado a las páginas del libro hasta descubrir el final, el cuál deja algunos hilos sueltos para el final de la trilogía.
El jardín de las hadas sin sueño continúa de forma extraordinaria una saga con una trama impecable que mantendrá al lector despierto y enganchado hasta el final.
Puntuación: