En este mes, los árboles y arbustos comienzan a dejar atrás el color verde del verano para vestirse de otoño con colores amarillos, ocres y rojizos.
Es buen momento para plantar camelias y reorganizar aquellas plantas que tengamos en macetas y sean sensibles al frío. Tanto las plantas de cítricos como las fucsias y geranios, entre otras, necesitan estar protegidas de temperaturas inferiores a 10ºC por lo tanto, si está en nuestras manos, es mejor cambiarlas de lugar o bien protegerlas.
Antes de que empiecen los días más fríos tenemos que verificar el buen estado de los tutores y soportes de aquellas plantas que sean trepadoras o muy jóvenes ya que ahora hay aún buen clima para dedicar nuestro tiempo de ocio al jardín.
Si deseamos renovar nuestro jardín plantando árboles frutales, comenzaremos preparando el terreno puesto que hasta noviembre no conviene plantar nada. Si nuestra tierra es muy arcillosa colocaremos material de drenaje como pueden ser piedras o cortezas en el fondo del hoyo donde vayamos a poner el árbol o arbusto.
Si lo que nos gusta son las flores, podemos plantar crisantemos y bulbosas de floración primaveral. Si tenemos dalias, las abonamos ya que necesitan un refuerzo después de haber dado tantas flores. Otras plantas, como las anuales, ya no se recuperan y conviene arrancarlas.
En cuanto al césped es tiempo de airearlo, abonarlo y por último, regarlo.
Los rosales conviene podarlos con luna creciente y a los árboles y arbustos de flor le cortamos los tallos que ya han perdido la flor.
Con las plantas perennes y arbustos caducifolios podemos hacer multiplicación por acodos.
En lo que respecta a enfermedades, el oídio aún continúa atacando nuestro jardín así que debemos estar atentos.