Un estado no es más que un servicio logístico que la sociedad acuerda establecer para que dé satisfacción y organice sus necesidades. El Estado es un jardinero que te cuida el jardín. Pero si el jardinero se pasea por la casa, establece las normas de vida de sus moradores, cúanto le tienen que pagar y como se van a dirigir, su papel de jardinero ya no es tal, es un mero furtivo que ocupa la vida, morada y demás de quien solo lo contrató para que cuidase su jardin. Eso es todo.
Mientras no se ponga en la calle al jardinero no hay nada que hacer. Ahora bien, para ponerlo en la calle han de estar de acuerdo todos y cada uno de los moradores de la casa. Y en eso estamos ahora, estableciendo una linea general argumentativa que posibilite que todos los moradores acepten participar en un nuevo orden de convivencia y establecer una serie de finalidades que como pueblo o nación deberíamos tener claras, lo que hoy por hoy no tenemos. En fin, hágaselo usted mismo y no ponga en manos interesadas la gestión de su vida y hacienda.
Lo que está ocurriendo ahora es que una parte de los moradores de la casa se lo están haciendo con el jardinero a cambio de ciertas prebendas que, por otra parte, pagan también los que no están por mantener ni humillarse por más tiempo ante el jardinero. Y esta situación, tarde o temprano, saldrá a la luz y o se avienen o tendremos la de siempre.