¿Qué es ser jefe? ¿Qué cometidos tiene un buen jefe? Parece que que hay tantos tipos como personas. Lo cierto es que depende de la experiencia de cada cual para que formulemos una definición. Hablaré de la mía y de lo que entiendo por serlo después de tantos años en el oficio. Parto del principio de que las empresas tienen una Responsabilidad Social Corporativa y esta comienza por cuidar al trabajador.
El jefe tiene que hacer preguntas y debe comenzar interesándose por la vida de los empleados. ¿Qué puedo hacer por ti? Posteriormente se debe apoyar en ellos para mejorar los resultados de la empresa. ¿Qué crees que podemos cambiar? ¿Cuál crees que es nuestra fortaleza? Esto supone reunirse personalmente cada año con cada uno de los trabajadores en un ambiente de confidencialidad. Quien suscribe realizaba un DAFO que completaba con una encuesta y lo enmarcaba dentro del Plan de Calidad sometido a autorías externas llevadas a cabo por AENOR y SGS.
No se debe pasar por alto una pregunta vital: ¿qué necesitas para trabajar bien? A partir de ahí, su tarea prioritaria será la de dotar de las erramientas necesarias al trabajador. Proporcionar estas y, con una formación adecuada, su misión es la de confiar y dar una amplia autonomía a los equipos en la programación y realización de las tareas. La responsbilidad del jefe es asumir los errores y procurar que no se repitan, documentando los rechazos o las desviaciones. Tendrá que dar la cara ante el cliente, ofrecerle una solución y pedirle disculpas si es necesario. La equivocación es consustancial al ser humano y tiene que ser consciente de que el también yerra; y que por tanto, el coste económico de una mala decisión tomada por él suele ser bastante más cara.
Hay errores que no puede asumir. Los que se producen por dejadez o desidia no son debidos a imponderables propios del trabajo. Lo son por una mala práctica por parte del operario. Si son repetidos, y si después de hablar con él no tienen una motivación lógica, tendrá que tomar medidas disciplinarias. Hay que proteger al empleado, al igual que se hace con las máquinas o el mobilario, pero también hay que deshacerse de quienes defrauden reiteradamente las expectativas y los datos de seguimiento.
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