Lo revela un articulo de la publicación web The Havana Note firmado por John McAuliff sobre las relaciones Cuba-Estados Unidos. El autor señala como Lopes (con “s”, por el origen portugués) antes de ser nombrado subjefe de la región por la USAID, se desempeñó como director “consejero y director de personal para el Presidente del Subcomité de Desarrollo Internacional y Ayuda Extranjera, bajo el Comité de Relaciones Internacionales del Senado”. El largísimo titulo, en realidad, designaba el representante personal en este comité senatorial de Robert “Bob” Menéndez, un politiquero de extrema derecha directamente vinculado a lo más recio de la conexión cubanoamericana.
“NO SÉ POR QUÉ DE REPENTE HABLAN DE ESA FORMA”
Lopes tiene todas las características del agente de la CIA, una “institución” cercana a Menéndez: fue voluntario del Cuerpo de Paz en Paraguay donde afirma haber aprendido el guaraní. “Yo me dedicaba al tema salud”, afirma hoy el funcionario.
En una visita reciente en Paraguay, cuando un reportero del diario ABC le señaló que a los representantes de la USAID se les califica de agentes de la CIA, contestó con mirada de preescolar: “Yo no sé por qué de repente hablan de esa forma, pero hay muchos paraguayos que tienen conexiones y contactos con nuestros programas”.
Graduado en música del Berklee College, Lopes se orientó temprano hacia la melodía imperial de los cañones. Fue situado por sus jefes en la “supervisión de programas de asistencia extranjera”, un eufemismo para la penetración y la infiltración en sectores sensibles de países de interés para la inteligencia USA.
Participó de “cooperante” en el conflicto armado de Darfur, Sudan, cercano de la Libia de Gadafi, en una misión llamada “humanitaria“ ordenada por la administración de George W. Bush, La operación terminó con el embargo comercial contra Sudán que alejo a los rivales de EEUU de los pozos de petróleo sudaneses.
En otra parte de su intense carrera, Lopes fue encargado en el Departamento de Estado de los poco humanitarios casos del Export-Import Bank y de la Overseas Private Investment Corporation.
EL MEYER LANSKY DE UNION CITY
El ex jefe mafioso de Lopes, el senador Menéndez es nada menos que el ex alcalde de Union City, vecina de New York. Fue comparado al capo mafioso Meyer Lansky, que, en los años 50 dominaba la industria del crimen en La Habana.
Union City fue bajo su mandato un enclave del hampa donde cualquier funcionario e incluso cualquier oficial de la policía tenía su precio y donde prosperaban la prostitución, el juego y el racketeering, la extorsión mafiosa.
Estrechamente vinculado a los círculos cubanoamericanos del terrorismo, Menéndez es socio de estas mismas personas que durante años financiaron a las operaciones de Luis Posada Carriles, entonces radicado en El Salvador, bajo la cobertura de la Fundación Nacional Cubanoamericana.
En abril 2006, Menéndez fue hasta aparecerse en Ginebra para atacar a Cuba ante la Comisión de los Derechos Humanos con su ayudante personal José Manuel Alvarez, cuyo papel es conocido en la preparación y la realización del asesinato del diplomático cubano Felix García, baleado en Nueva York por el sicario de Omega 7, Pedro Remón.
El colmo: Menendez se reunió el último 17 de mayo con Luis Posada Carriles, en un restaurante de West New York, en el curso de una asamblea de connotados terroristas de la “región Norte” y de cabecillas de la mafia cubanoamericana de Miami, convocada para celebrar el indulto del terrorista internacional por un tribunal tejano.
Poítico corrupto de primera, Menéndez fue denunciado en julio 2010 por su intervención ante el Banco Federal de Reserva a favor de una institución bancaria al borde de la quiebra, cuyos principales dirigentes son importantes contribuidores a su fondo de campaña,
SU TEMA DE PREDILECCIÓN: LA CUBA REVOLUCIONARIA
Nada sorprendente que el alto funcionario criado por Bob Menéndez se dedica con una prioridad a Cuba, un país al cual la USAID dedica año tras año presupuestos multimillonarios dedicados esencialmente a operaciones de subversión y de desestabilización.
En el lenguaje casi poético utilizado por el agente Lopes en una entrevista con el Miami Herald, los propósitos de la USAID son color de rosa.
“El corazón del programa Cuba sigue siendo la prestación de ayuda humanitaria, la construcción de la sociedad civil y el espacio democrático, lo que facilita el flujo de información dentro, fuera y dentro de la isla”.
Lopes omite hacer referencia a los programas de introducción en la Isla de material de comunicaciones de última generación para la creación de redes de inteligencia y el desarrollo de operaciones destinadas a “captar” jóvenes, en particular entre los menores de edad.
En Cuba la estrategia de EE.UU. desde la Administración Bush es de contratar y crear una oposición”, analiza el autor del articulo ya citado.
“Nuestra política se guía por la caja de resonancia de los puntos de vista financiados por los EEUU. El proceso ha sido singularmente corrupto por el predominio en la política de EE.UU. de la agenda de los “exiliados” que utilizan el gobierno de los EE.UU. para promover sus propios intereses sectarios y las fantasías de la contrarrevolución”.
Lopes tiene como jefe inmediato a Mark Feierstein quien en los años 90, actuaba en Nicaragua de jefe en la operación sucia realizada por la National Endowment for Democracy (NED), subsidiario de la USAID y cobertura de la CIA. Feierstein fue luego Asesor Especial del Embajador USA en la Organización de los Estados Americanos (OEA).
[Tomado de Contrainjerencia]