· Título original: The Goldfinch
· Saga: libro único
· Autor: Donna Tartt
· Traductor: Aurora Echevarría
· Editorial: Lumen
· Fecha de publicación: abril 2014
· Páginas: 1152
· Precio: 24,90 €
· Sinopsis:
Al acercarnos a El jilguero, vamos enfocando una habitación de hotel en Amsterdam. Theo Decker lleva más de una semana encerrado entre esas cuatro paredes, fumando sin parar, bebiendo vodka y masticando miedo. Es un hombre joven, pero su historia es larga y ni él sabe bien por qué ha llegado hasta aquí.
¿Cómo empezó todo? Con una explosión en el Metropolitan Museum hace unos diez años y la imagen de un jilguero de plumas doradas, un cuadro espléndido del siglo XVIII que desapareció entre el polvo y los cascotes. Quien se lo llevó es el mismo Theo, un chiquillo entonces, que de pronto se quedó huérfano de madre y se dedicó a desgastar su vida: las drogas lo arañaron, la indiferencia del padre lo cegó y su amistad con el joven Boris lo llevó a la delincuencia sin más trámites. Todo parecía a punto de acabar, y de la peor de las maneras, en el desierto de Nevada, pero no. Al cabo de un tiempo, otra vez las calles de Manhattan, una pequeña tienda de anticuario y un bulto sospechoso que ahora va pasando de mano en mano hasta llegar a Holanda.
¿Cómo acabará todo? Esto está en manos del talento de Donna Tartt, que a puesto al día las reglas de los grandes maestros del XIX, siguiendo a Dickens pero también a los personajes de Breaking Bad, para escribir El jilguero, probablemente el primer clásico del siglo XXI.
· Puntuación: 4,5 / 5
· Mi opinión:
Uno de los libros que leí este verano fue El jilguero, de Donna Tartt, obra ganadora del premio Pulitzer 2014. Desde que lo acabé llevo pensando en cómo hacer la reseña de esta obra tan extensa y me he dado cuenta de que simplemente no sabría hacerla. Por eso, si de verdad queréis leer una buena reseña del libro os recomiendo la que hizo Rusta en su blog Devoradora de libros. Yo me limitaré a exponeros muy brevemente algunos de los aspectos que más me han marcado de la novela.
La historia de Theo empieza cuando, de niño, su madre muere en un atentado en el Metropolitan Museum de Nueva York y sigue evolucionando hasta convertirse en una novela de suspense e intriga que gira alrededor del tráfico de obras de arte robadas. Sin embargo, sorprendentemente lo que más he disfrutado ha sido la primera mitad de la novela, en la cual cobran mucha importancia las relaciones que se establecen entre los personajes. La parte «humana» de El jilguero es maravillosa; Tartt ha hecho un trabajo brillante con sus personajes. Me han fascinado las relaciones que se establecen entre ellos, cada una tan única: la relación de Theo con su madre (y cómo la presencia de esta mujer seguirá muy presente en cada paso que dé el protagonista tras la muerte de ella), tan diferente de la que tiene con su padre; la relación del protagonista con Boris, tan poco sana en muchas ocasiones; o la presencia tranquilizadora de Hobie; o incluso la relación que se irá estableciendo con la señora Barbour.
Tartt ha creado personajes llenos de luz y sombras, personajes que rompen las fronteras del papel y a los cuales no te sorprendería encontrar por la calle. Quiero destacar de manera expresa a Boris, al cual considero uno de los mejores secundarios que he encontrado, y su relación tan especial y compleja con el protagonista. Por otro lado, y a pesar de ser todo lo opuesto a Boris, también quiero mencionar la figura tranquilizadora y casi paternal de Hobie.
En definitiva, sé que El jilguero puede llegar a intimidar por su larga extensión, pero creedme cuando os digo que merece mucho la pena darle una oportunidad. Yo, por mi parte, me he quedado prendada de la prosa de Donna Tartt, así que estoy segura de que esta no será la última novela que lea de la autora.
Porque si son nuestros secretos los que nos definen, y no la cara que mostramos al mundo, entonces el cuadro es el secreto que hizo que me elevara por encima de la superficie de la vida y que me permitió averiguar quién era yo. Y está ahí, en cada página de mis cuadernos, aunque no lo esté. Sueño y magia, magia y delirio. La teoría del campo unificado. Un secreto de un secreto.