Paullina Simons nació y se crió en Leningrado. Emigró a Estados Unidos junto a su familia en los
La trilogía Tatiana y Alexandr está compuesta por El jinete de bronce, Tatiana y Alexandr y El jardín de verano.
“En la azotea, Tatiana pensaba en el «minuto del atardecer», el minuto cuando atravesaba las puertas de la fábrica, volvía la cabeza a la izquierda incluso antes de girar el cuerpo, y buscaba su rostro. El «minuto del atardecer» cuando caminaba presurosa a lo largo del muro, con una expresión de felicidad en el rostro que le hacía curvar los labios hasta el cielo blanco, impulsada velozmente por las alas rojas, ansiosa por ver su rostro y sonreírle.”
Leningrado, 1941. la guerra parece lejana en esta ciudad de antigua grandeza, donde dos hermanas, Tatiana y Dasha Metanov, comparten un minúsculo apartamento con su familia. La vida bajo el gobierno de Stalin es dura, pero las privaciones que les aguardan ni siquiera son inimaginables: el ejército de Hitler está a punto de invadir su querida patria. Bajo el terror y la dificultad se esconden la belleza y la esperanza: Tatiana ha conocido a Alexandr, un joven oficial del Ejército Rojo de misterioso y turbulento pasado. Mientras el ejército alemán y el duro invierno cercan la ciudad, los amantes se ven abocados a un amor imposible que puede desgarrar la familia de Tatiana y ser, para Alexandr, tan destructivo como la guerra. Entretanto, la corriente de la historia arrasa a su paso el mundo tal y como ellos lo han conocido y amenaza con cambiarlos para siempre.
Aún no he conocido a ninguna persona que me haya hablado mal de El jinete de bronce. Las buenas opiniones que había leído, junto al empuje definitivo de Andvari y Anna, me animaron a leer y devorar sus páginas; y vaya si las he devorado. Sin embargo, el principio no me fue tan fácil. Temerosa de que yo fuera la opinión discordante hizo que no pudiera concentrarme en la historia tal y como yo hubiera querido. Así que las primeras cien, ciento cincuenta páginas me costaron hasta que me di cuenta que no podía sacarme a los personajes de la cabeza. Me había conquistado.
El día que se declaró la guerra entre la Unión Soviética y Alemania fue el día que Tatiana y Alexandr se conocieron y se enamoraron, aunque ellos se dieran cuenta de lo que sentían más tarde. Para entonces la guerra era un hecho, Dimitri, el amigo de Alexandr, se había fijado en ella y Dasha, su hermana, se había enamorado de Alexandr. El amor parece estar destinado al fracaso, pero para Alexandr una palabra de Tatiana, un roce suyo, es un suspiro de aire fresco para su desafortunada vida. Tatiana era sólo una niña al comienzo, pero el amor que siente por él, por su familia y las consecuencias de la guerra la harán cambiar por completo.
La historia entre Tania y Shura (Tatiana y Alexandr) es apasionada y sentimental sin caer en cursilerías y fáciles recursos. Paullina Simons sabe lo que tiene que hacer para mantener a los lectores pegados a sus páginas. Aprovecha el suspense de los acontecimientos bélicos y la situación entre Dasha-Alexandr-Tatiana-Dimitri para dejarnos con el corazón en un puño en numerosas ocasiones. Con un estilo ameno y sencillo nos abre las puertas de este precioso amor, reconozco que al principio me costó habituarme al estilo ruso –cada país/zona tiene el suyo particular- pero en cuanto lo hice me maravillé de las palabras de Paullina Simmons en boca de Alexandr y Tatiana.
No penséis que la novela es una simple historia de amor porque os equivocaréis. La autora ha hecho un magnífico trabajo mostrándonos la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Me ha sorprendido conocer con más
Creedme cuando os digo que El jinete de bronce es de esas historias que te dejan sin corazón, te lo llenan de ilusiones y de amor para luego arrastrarlo, pisotearlo y romperlo en pedacitos. El mío quedó muy maltrecho pero ansía poder leer pronto el segundo libro, Tatiana y Alexandr.