El juego de Ender, Orson Scott Card

Publicado el 19 noviembre 2015 por Conejo Blanco @DetrasdelConejo
Título: El juego de Ender (Saga Ender #1)
Autor: Orson Scott Card
Año: 1985
Género: Novela, ciencia-ficción
Editorial: Zeta bolsillo
Páginas: 368
La Tierra está amenazada por una especie extraterrestre de insectos que pretende destruir la humanidad. Para vencerlos se precisa la intervención de un genio militar, por lo cual se permite el nacimiento de Ender, tercer hijo de una pareja en un mundo que limita a dos el número de descendientes. Ender se entrenará en una es tación espacial, superará a sus rivales y se convertirá en la persona capaz de dirigir las flotas terrestres contra los insectos de otros mundos.

Opinión:
Para quien no lo sepa El juego de Ender es uno de mis libros favoritos, se lo he recomendado a todo el mundo que conozco y todos se acaban enganchando. Me hacía mucha ilusión traerlo al blog pero ya sabéis que lo presté y estuve como unos tres años sin él y quería volver a leerlo antes, aunque fuese por millonésima vez.
Ender Wiggin es un Tercero en una sociedad donde el límite de hijos es dos desde que los insectores atacaron la tierra. La primera guerra fórnica en la que la Tierra consiguió ganar pero necesitan a alguien joven que esté al mando y lidere esa batalle. La familia Wiggin se ven autorizado a tener otro hijo más, Ender, después de que Peter y Valentine no fueran aptos para la Escuela de batalla: Uno demasiado letal y la otra demasiado empática. Es en la Escuela de batalla donde se desarrolla casi toda la obra y donde veremos lo lejos que puede llegar el ser humano.
La verdad es que yo no era una gran aficionada a la ciencia-ficción, no os voy a mentir, me parecía un poco coñazo pero después de esta saga mi visión ha cambiado totalmente y mi amor por el universo de Ender y por Orson ha ido creciendo. Esta novela es muy amena de leer, muy sencilla, muy adictiva pero a la vez muy compleja. 
Si realmente lees con atención te das cuenta del trasfondo que tienen. No son niños, son adultos y les obligan a ser adultos. El problema es, ¿qué pasa cuando a un niño de seis-diez años le obligas a cargar con el peso de algo de lo que ni si quiera es capaz de soportar un adulto? La evolución de los personajes a lo largo de la obra es sencillamente increíble, los momentos de ''rotura'' de los personajes, por referirme a él de algún modo, son las partes que más me gustan porque me transmiten tan bien esa carga y cansancio que por un momento yo me siento igual y conseguir eso es muy complicado. 
"—No quería verte. —Me lo dijeron. —Tenía miedo de seguir queriéndote. —Eso espero. —Mi miedo, tu deseo… ambos concedidos.".
Orson no es sólo un narrador increíble con una imaginación desbordante -el universo de Ender es extenso y complejo pero brillante- sino que además tiene un talento especial en el desarrollo de los personajes. Puedes ver la evolución en un sólo libro, imaginad si leéis toda la obra. Además sabe repartir protagonismo con otros personajes como Peter, Val, Bean, Petra, Dink, Alai, Graff... Yo particularmente estoy enamorada de Peter, claro, pero es que me parece uno de los más brillantes y complejos junto con Ender y Bean.
A lo largo del libro consigues reír, preocuparte, indignarte y hasta te sientes estafado ya que detrás de todo hay mucha manipulación. Los inicios de los capítulos con las conversaciones en cursiva son geniales al igual que ver todo lo que pasa en la escuela: Las batallas, los momentos con las escuadras, las relaciones que surgen...
No sé, es que fue un flechazo con este libro. Puedo imaginarme el universo, amo la escuela de batalla y ojalá pudiese estar allí. Da igual las veces que lo lea, siempre será como la primera vez y eso es de lo más mágico cuando pasa así que os lo recomiendo. Mucho. Os va a encantar y no os arrepentiréis de leerlo.
"Y todo se reduce a esto: en el momento en que entiendo verdaderamente a mi enemigo, en el momento en el que le entiendo lo suficientemente bien como para derrotarle, entonces, en ese preciso instante, también le quiero. Creo que es imposible entender realmente a alguien, saber lo que quiere, saber lo que cree, y no amarle como se ama a sí mismo. ".