Un buen ejemplo de que los bebés no necesitan juguetes caros ni sofisticados y que a veces el objeto más simple y cotidiano,
como estas gomas o un papel de celofan arrugado, es lo más versatil y que más juego da.
Es preferible evitar los juguetes electrónicos, que con sus sonidos (normalmente demasiado fuertes y poco armónicos) y luces saturan los sentidos y merman la imaginación.
♥ Cultivad en ellos la sensibilidad por lo bello!