El juego de Ripper de Isabel Allende
Publicado el 03 febrero 2014 por Hsusurradas
@HSusurradas
El juego de RipperIsabel AllendeEditorial: PLAZA & JANES/3 de enero de 2014ISBN-13: 9788401342158Género: Narrativa- Policiaca"Mi madre todavía está viva, pero la matará el Viernes Santo a medianoche", le advirtió Amanda Martín al inspector jefe y éste no lo puso en duda, porque la chica había dado pruebas de saber más que él y todos sus colegas del Departamento de Homicidios. La mujer estaba cautiva en algún punto de los dieciocho mil kilómetros cuadrados de la bahía de San Francisco, tenían pocas horas para encontrarla con vida y él no sabía por dónde empezar a buscarla.
Isabel Allende es una de mis autoras olvidadas desde hace años, leí La casa de los espíritus hace mucho y no he vuelto a ella desde entonces, pero sentí de inmediato curiosidad por su novela policiaca; quería averiguar cómo se desenvolvía en un género que poco tiene en común con sus historias. Empecé El juego de Ripper con una mezcla de expectación y recelo pero debo decir que me ha mantenido en vilo los dos días que tardé en leerlo.Lo primero que me llamó la atención cuando vi el booktrailer, donde la autora hablaba de su novela, fueron esos chicos, esos frikis de la informática, que se ven envueltos en una investigación real en lugar de sus crímenes ficticios ambientados en el
Londres del siglo XIX. Acto seguido todo el elenco de personajes me atrapó desde el principio.
El juego de Ripper es una novela coral con un sinfín de personajes con sus peculiaridades, muy bien definidos y que interactúan con fluidez unos con otros.
En cuanto a la tensión que se palpa en toda la novela, no decae en ningún momento. Isabel Allende sabe captar la atención del lector con esa frase: "Mi madre está viva pero la matarán el Viernes Santo a medianoche.” A partir de esa lapidaria afirmación de una adolescente, regresamos unos meses atrás y vemos poco a poco como todos los acontecimientos desembocan a la angustiosa frase del principio. Diría que como novela policiaca, la investigación de los asesinatos queda un tanto en segundo plano pero como todo el peso de la historia la llevan los personajes y no los acontecimientos, no se echa en falta, porque la autora teje una intrincada red de relaciones de amor, amistad, y otros sentimientos más soterrados como los celos, la desconfianza, el engaño. El personaje que más me ha gustado es Amanda, la maestra de ceremonia en el juego de Ripper y por ende todos esos adolescentes curiosos, ingeniosos e inadaptados. Amanda es en extremo madura pero también muestra el egoísmo propio de su edad; a la vista queda como mangonea a su abuelo que se presta a todos sus caprichos y juegos. El abuelo es un hombre encantador, que adora a su hija pero venera a su nieta y se presta a seguir el juego de Ripper para pasar más tiempo con la joven porque es consciente de que tarde o temprano esta echará a volar lejos de él. Su madre es otro de los personajes que más me han gustado: es una sanadora, una mujer voluptuosa y generosa que cree en las personas y regala su amistad y bondad a todo aquel que lo necesita. En torno a Indiana tenemos a tres hombres: su ex marido que siente más cariño que amor por ella, que la protege aunque ella no lo quiera y que vela por su hija con mucho celo pero reconoce la mente privilegiada de la joven y tiene en cuenta sus deducciones cuando se trata de investigar una serie de asesinatos que nada tienen en común. El segundo hombre es Ryan Keller, un ex Navy Seal, un hombre adiestrado para matar que arrastra un pasado marcado por el conflicto de Afganistán, el alcohol, las drogas y los recuerdos de una guerra que le arrebató una pierna y la única vida que siempre había deseado. Su perro Atila es todo un personaje, tan marcado por sus lesiones externas, como leal a su amo y sin embargo despierta simpatía por su aspecto feroz y su comportamiento tan noble hacia Ryan. Y está Allan Keller, el amante maduro y sofisticado de Indiana; un hombre que siente una fuerte atracción hacia su amante pero la mantiene al margen de su vida pública porque se avergüenza de su exuberancia, de su sencilla y excéntrica vida. No quiere ningún tipo de compromiso pero la quiere solo para él, ni siquiera tiene en cuenta a Amanda. No es un personaje que me haya entusiasmado pero tiene un papel fundamental en la novela. En tercera persona, Isabel Allende nos desvela con su inconfundible estilo pulcro y lírico la vida de todos esos personajes hasta llegar a un desenlace que atrapa y resulta imposible soltar el libro. La ciudad en sí es otra baza imprescindible; el lector se mueve por los distintos barrios de San Francisco, sentimos su bruma, su brisa, oímos su palpitar como un personaje más. Mi único aviso para que el lector no se lleve un chasco es que los asesinatos que la astrologa Celeste Roko predice no son el centro en torno al cual giran los personajes. Las muertes acaban siendo el nexo de unión para muchos de ellos pero en la primera parte de la novela la autora solo las nombra sin incidir mucho en ello, ni en las victimas ni en la investigación. Solos los chicos de Ripper diseccionan los sucesos; ahí me esperaba algo más de interacción entre los sucesos y los adolescentes pero no se profundiza mucho en ese aspecto. Las diferentes tramas se centran en el entorno de Amanda e Indiana y hacen más hincapiés en las relaciones humanas que en una investigación policial. A pesar de ello, la lectura se hace amena y atrapa por todos esos personajes tan variopintos anteriormente citados y muchos más, como amigos, clientes, camareros, vecinos, etc. Los asesinatos cobran fuerza después de lo que podría ser una introducción de todos los personajes, poco a poco la autora va hilando los acontecimientos de manera que las víctimas sean parte de la historia a través de las pistas que el lector va descubriendo. En ese aspecto, no me costó adivinar por donde iban a desembocar pero eso no lo hizo menos interesante. En conclusión, El juego de Ripper es una lectura muy recomendable para los seguidores incondicionales de Isabel Allende, los asiduos de las novelas corales, para los que disfrutan de una prosa elegante, pero para los amantes de la novela policial, no sé si cumple con todos los requisitos esperados; un amigo que lee mucho ese género me aseguró que aunque es un placer leerlo, le falta ingredientes para ser una novela policiaca/thriller en toda regla. En mi caso he disfrutado de principio a fin y espero que si os animáis, disfrutéis tanto como yo.