Asegurado su cuarto título en India, Vettel no bajó el listón en el circuito de Yas Marina y se llevó un triunfo plácido, el 37º de su carrera, tras superar a Webber en la salida y prolongar la tradición de la prueba, pues en cuatro de las cinco veces que se ha disputado sólo él, en 2010, ganó la carrera con la pole. En 2009 y 2012 Hamilton tuvo que abandonar por problemas de frenos y la bomba de combustible. Y en 2011 había sido el propio Vettel el perjudicado por un pinchazo. Esta vez el alemán sonrió hasta sumar su tercera victoria en Abu Dabi: "Hemos estado volando. He sentido que había una distancia enorme gracias al equipo y a Renault, nuestros éxitos se deben a ellos". Fue una victoria muy especial para él, pues sus padres fueron a verle: "He pasado mucho tiempo con ellos cuando era un niño. Ahora los juguetes son más grandes".
La carrera fue un juego de niños para Vettel y un reto para Alonso, que avanzó hasta tres posiciones en la salida hasta colocarse séptimo por delante de Massa. Muy combativo, Felipinho recuperó la plaza y la batalla se alargó hasta que el brasileño realizó su segunda parada. Cuando le emuló Alonso salió tan justo del pit lane que tuvo que poner sus cuatro ruedas fuera de la pista para adelantar a Vergne y dejar detrás a Massa, finalmente octavo en su antepenúltima carrera con Ferrari, que superó el récord de McLaren para encadenar 65 carreras con al menos uno de sus dos pilotos puntuando. Poco consuelo para Alonso, que nunca tuvo opción ni siquiera de acercarse a Grosjean, el piloto revelación del curso y cuarto en Abu Dabi el día que Raikkonen, que partía último, tuvo que retirarse tras un choque con un Caterham en la salida. En otra exhibición de Vettel, al que Webber retó: "Intentaré luchar con Sebastian en las próximas carreras para irme con un buen sabor de boca de la Fórmula 1".
El piloto de Red Bull iguala en Abu Dabi la marca de siete victorias consecutivas de Schumacher y solo tiene por delante a Ascari, con nueve