Es noche cerrada en un acantilado, los faros de dos coches se ven al final de la escena, rugen los motores cuando de repente alguien baja un brazo. Los automóviles salen disparados hacia el vacío, aceleran, cada vez más rápido. Sólo uno de los dos será el vencedor del juego, sólo uno esperará al último momento antes de apretar el freno y evitar en el último momento despeñarse al abismo. El que se rinda antes será el gallina y habrá perdido la apuesta, aunque bien pensado puede que sea el único que haya ganado porque sigue vivo. Son las ironías del destino, hay veces que el que perdedor es el que gana la partida simplemente porque queda vivo. Igual como resulta que la historia la escriben los cobardes porque son los que acaban sobreviviendo a la batalla.
Seguro que la imagen de antes te suena, puede que te haya saltado a la cabeza James Dean en “Rebelde sin causa” o si andas ya con la sesera un poco tacada por los calores te haya pasado como a mí. ¿Verdad que te ha saltado a la cabeza Pedro Sánchez y Pablo Iglesias corriendo hacia una investidura, compitiendo a ver quién se rinde antes y acepta el pacto del otro?
Pues parece que en eso va a consistir el espectáculo de investidura sin acuerdo de programa y de estructura de Gobierno previos, a ver que pasa. Por lo pronto ya han dado la señal de salida con el anuncio de la fecha del debate de investidura para el 22 y 23 de Julio. Ya se ha puesto el semáforo en verde para el capítulo final del un choque de egos colosales, como las cabras que se pasan horas dándose testarazos y no pararán hasta que uno o los dos acaben muertos en el suelo. Se encuentran en una lucha por aquello de ¿quién manda aquí? Con la única idea de salirse con la suya, sin que se les haya pasado por la cabeza que estamos hablando de formar un gobierno que funcione e intente, por lo menos, acabar con el desastre social que estamos viviendo. Pedro, convencido de que Podemos no puede volver a votar en contra de un presidente de izquierdas, quiere mandar en su Gobierno diciendo que incorporar a Iglesias no haría más que espantar a otros socios más moderados. En cambio Pablo sabe que o logra meterse en el Gobierno aunque sólo sea de ujier o no será más que un comparsa en toda la legislatura. Estamos en una pelea de gallos en la que el resto de los partidos se limita a mirar y comer palomitas, a ver que cae. Lamentable, pasa el tiempo y aquí no se mueve ni el viento, mientras tanto continuamos aumentando la desigualdad, la pobreza en un país donde trabajar no te da ni para comer crece y nuestros necesitados están abandonados. Pero nada, ellos a lo suyo.
Aunque bien pensado y viendo lo maquiavélica que pueda ser la mente humana igual va y se les ha ocurrido que lo mejor para ellos podría ser representar una comedia. Aparentar que se llevan a matar, no llegar a nada y forzar el cacharrazo en la investidura. Total, si te crees a Sigma 2 y su encuesta de intención de voto les vendría como agua de mayo, desaparecen Ciudadanos y Vox. Pero quiero pensar que sería ridículo presentarse a unas nuevas elecciones el próximo 10 de Noviembre porque volvería a pasar lo mismo y encima con la ciudadanía sublevada. Quiero pensar que acabarán dándose cuenta de que el gobierno y Unidas Podemos se necesitan, terminarán encontrando una fórmula que no será un gobierno de coalición simplemente porque no suman. No pueden estar tan locos como para tirarse los dos por el barranco ¿O sí?