Cuantos políticos han hecho el ridículo estos días intentando decir la verdad antes jueces y medios de comunicación, pero han acabado metiendo la pata hasta el fondo en el lodo de la mentira. Los ciudadanos ya no saben si estos personajes provocan pena o dan risa nada más verlos. El último en esta lista interminable de políticos y demás folclore gubernativo ha sido el exsecretario general del Partido Popular, Ángel Acebes.
"¿Jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad...?". Ángel Acebes no. Así se lo ha hecho saber al juez Pablo Ruz en el juicio en el que se intenta averiguar si el Partido Popular pagó con dinero negro, o dinero de la caja B del PP, parte de las obras de reforma de su sede central en la calle Génova de Madrid. Acebes no ha podido engañar al juez cuando este le ha preguntado si conocia al arquitecto Gonzalo Urquijo, encargado de las obras. No es que el amiguete no lo haya intentado sino que el juez Ruz ha preferido que sea el propio exsecretario del PP el que quedara en evidencia delante de todos los presente y, en general, delante de toda España gracias a los medios de comunicación.
Asombrado, congelado cual imagen en pausa, ojiplático y boquiabierto. Así se ha quedado el bueno de Ángel Acebes al ver que no tenía por donde salir de la vergüenza. Con nerviosismo y titubeo ha intentado explicar que esas fotos eran de la Navidad de 2006. Mucho gorrito de Papá Noel y decoración navideña no se veía por el fondo de las fotos. El juez Ruz le ha hecho recordar una vez más que el bikini y el traje de baño aún estaban en las estanterías de verano. Las fotos fueron realizadas en una reunión realizada en septiembre de 2006.
El muchachote de 43 años que en poco más de 5 años se ha convertido en un personaje millonario y cercano de las altas esferas. El arquitecto que falseó un presupuesto para un cuñado de Luis Bárcenas y el que hizo facturas ficticias a empleados del Partido Popular. El arquitecto que se "cambió" de nombre para poder seguir trabajando incluso el de su empresa pasando de Unifica a Unen. Pero Acebes no se acuerda de él.
Como dice una compañera suya alcaldesa de Alicante, imputada en otras fiestas "populares" de corrupción con amiguitos empresarios: "Manolete, Manolete... si no sabes torear pa qué te metes".