El juicio de los 7 de Chicago es la apuesta fuerte de Netflix para esta próxima temporada de premios. La segunda película del director y guionista Aaron Sorkin, más conocido por los libretos de, entre otras, El ala oeste de la Casa Blanca (1999-2006), La red social (2010) -por la que se alzó con el Oscar y el Globo de Oro- o The Newsroom (2012-2014), es un drama judicial, basado en hechos reales, con un claro aroma de denuncia social.
La cinta, que comienza con un dinámico montaje de imágenes reales para situarnos en el centro del conflicto, se caracteriza por un uso de diálogos ágiles y trabajados (marca de la casa de Sorkin) que se entremezclan perfectamente con un dispositivo que modula de manera realmente eficaz el archivo real con la recreación, a un ritmo de montaje que captura nuestra atención desde el primer minuto.
La injusta condena que intentan lanzar sobre los protagonistas de la cinta, cuyas ideas en contra de la actuación de la administración de Nixon durante la guerra del Vietnam son su única acción -magistralmente interpretados, por cierto, por un elenco de altura, donde Eddie Redmayne y Sacha Baron Cohen apuntan alto en los próximos premios de la Academia de Hollywood- intenta ser un reflejo atemporal de los conflictos norteamericanos, donde la carga política y los problemas raciales (entre otros) son mostrados con cierta sobrecarga y solemnidad.
El juicio de los 7 de Chicago funciona perfectamente en esa actualización del cine político de los años 70. Su muestra judicial es bastante fidedigna y sabe aportar un trabajo coral de grandísima altura (aunque algunos personajes queden más desdibujados). Por ello da cierta rabia que una película que, aún tirando de clichés, funciona bastante bien, peque en sus últimos minutos de un heroísmo manipulador tan descarado. No voy a entrar en spoiler, pero esa exaltación de aplausos y violines tan facilona produce más rechazo que emoción.
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- ##check## Lo bueno
- Su reparto, realmente espectacular.
Los diálogos de Sorkin, tan ágiles y absorbentes como siempre. - ##times## Lo malo
- Cierta grandilocuencia y solemnidad en algunos apartados y sucesos reflexivos.
El final, manipulador y ejecutado con los recursos más fáciles.
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- Ambientación 8.0
- Muy bien ambientada. Nos traslada a finales de los 60 con todo lujo de detalles.
- Desarrollo de Personajes 6.5
- Al ser una película tan coral, es difícil entrar a desarrollar cada personaje con el mismo peso. Algunos, como el de Eddie Redmayne y Sacha Baron Cohen, están muy bien construidos en su propósito final. Sin embargo, otros como el de John Carroll Lynch quedan algo desdibujados. Aunque, en general, con unas pequeñas pinceladas conocemos y empatizamos con todos.
- Argumento / Guión 7.0
- Como siempre, lo mejor son sus diálogos y la agilidad para entrelazar hechos. Sin embargo, cae en cierta manipulación y uso de clichés que deslucen el global. Por momentos parece acercarse a la grandeza de La red social, pero finalmente queda a medias.
- Banda Sonora 6.0
- Bastante bien durante gran parte del metraje, dando ritmo al montaje, pero en su escena final es uno de los principales defectos que ensombrecen el desenlace.
- Entretenimiento 6.5
- Es entretenida, nunca se hace larga o pesada. Sus escenas judiciales te mantienen pegado al asiento. Aun así, la coralidad del conjunto provoca que, en ocasiones, no pueda uno meterse lo suficiente. Quizá por esos personajes menos trabajados y que atascan el mecanismo de la cinta.
- Montaje / Innovación técnica 6.5
- Un montaje bastante eficaz. Con mucho ritmo desde el minuto uno. La innovación no está realmente muy patente, es una película de aspecto bastante habitual. La dirección de Sorkin no está a la altura de sus guiones.
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- Puntuación Total 7 / 10