Una vez terminado el cuadro, fue mandado por barco rumbo a Italia, pero nunca llegó a su destino. Cerca de las costas inglesas sufrió el acoso de un buque de guerra polaco que pertenecía a la Liga Hanseática. Esta organización era una especie de federación comercial, formada por algunas ciudades del norte de Alemania, Países Bajos, Suecia, Polonia y Rusia. En un principio su objetivo era la protección de las rutas comerciales, pero parece que no despreciaban algunos métodos más propios de los filibusteros que otra cosa. Algunas fuentes hablan de un robo posterior por parte de las tropas napoleónicas, que depositaron el cuadro en el Louvre, de otro ejecutado por el ejército alemán en su ocupación de París, incluso un supuesto periplo hacia el Hermitage de San Petersburgo. Pero lo que parece más que probado fue el asalto por parte de la Liga Hanseática, que depositó el tríptico en la ciudad polaca de Gdansk, donde permanece hasta nuestros días, eso a pesar de las reclamaciones por parte de los Médicis de Florencia que jamás llegaron a buen puerto.
Una vez terminado el cuadro, fue mandado por barco rumbo a Italia, pero nunca llegó a su destino. Cerca de las costas inglesas sufrió el acoso de un buque de guerra polaco que pertenecía a la Liga Hanseática. Esta organización era una especie de federación comercial, formada por algunas ciudades del norte de Alemania, Países Bajos, Suecia, Polonia y Rusia. En un principio su objetivo era la protección de las rutas comerciales, pero parece que no despreciaban algunos métodos más propios de los filibusteros que otra cosa. Algunas fuentes hablan de un robo posterior por parte de las tropas napoleónicas, que depositaron el cuadro en el Louvre, de otro ejecutado por el ejército alemán en su ocupación de París, incluso un supuesto periplo hacia el Hermitage de San Petersburgo. Pero lo que parece más que probado fue el asalto por parte de la Liga Hanseática, que depositó el tríptico en la ciudad polaca de Gdansk, donde permanece hasta nuestros días, eso a pesar de las reclamaciones por parte de los Médicis de Florencia que jamás llegaron a buen puerto.