El Kit De Playa

Por Roales

Verano (o casi), meses de espera, de pasar frío, de mirar una y otra vez ese bikini que te compraste en octubre pero que no has podido usar porque ya hacía fresquete en la playa y total, tampoco te lo iba a ver nadie.
Pero ya va llegando tu momento, lo notas, lo notan...tus amigas, quiero decir. Ya se empieza a rumorear en el chat, ese chat donde los archivos compartidos son fotos de ropa, de algún que otro maromo sin camiseta y como no, de conversaciones con el chico que te gusta porque siempre hay una que está más perjudicada que el resto y hay que apoyarla.

Y por fin una se anima, la valiente, la organiza planes, la que después de navidad, con la resaca de fin de año te dice:

"Este verano, ¿qué? yo quiero cachondeo, donde no nos conozcan"

Esa es la amiga que todo chat necesita y que cuando ponerse sandalias es algo socialmente aceptable manda el mensaje siguiente:

¿Playa pa cuando? ¿compramos el flotador del unicornio?"

Yo quiero ese flotador, maldita sea que si lo quiero. Le tengo echado el ojo desde marzo, lo venden en el Primark. Pronto será mío.

Total, que ya sabes lo que va a pasar. Vas a tu armario a buscar el bolso de playa, el sombrero de paja, la sombrilla y el vestido que ha visto mejores días y que ha sido relegado a vestido de playa, su siguiente paso será pijama o trapo de limpiar, dependiendo de si tiene costuras molestas o no.

Y comienzas a llenar el bolso del kit, ese kit imprescindible que toda mujer debe llevar, no porque sea útil sino porque es la norma socialmente aceptada:

  • El cepillo de pelo. Llevas medio kilo de arena y sal en el pelo, pero sí, cepíllatelo, todas sabemos que si estás en la playa con las domingas al aire, la gente no podrá quitarle el ojo a tu pelo.
  • La manzana para merendar. No quieres ir de gorda por la vida, así que llevas una fruta o algún snack saludable para que a las 7 de la tarde pase la señora con el carrito de los dulces y tú le preguntes: ¿Tiene napolitana de chocolate?
  • La crema protectora solar para protegerte del sol junto al aceite de coco para quemarte la piel más rápido. Es como ponerte una tirita en un pie y luego dispararte en el otro.
  • La botella de agua de 2 litros. Preferiblemente fría, que tras darle dos sorbos estará calentorra y tendrás que volver a comprar agua a la señora de los dulces. Y otro dulce, por las calorías gastadas por el camino.
  • La sillita o tumbona de playa. Porque tenderse en la toalla es de pobres, lo mejor es una sillita porque juras que así te pones más morena, los de la Nasa lo están investigando, lo mismo te llaman para que expongas tu teoría.

Y aún así no te acuerdas de coger el coletero del pelo y tienes que ir mendigándole a tus amigas, probablemente tenga de sobra la que no lleva nada del kit, pero lleva tres coleteros en la muñeca y os salva la tarde.

Y tras varias horas tendidas bajo el sol, tras remojaros los pies cinco minutos y salir huyendo debido a la temperatura del agua, dos napolitanas en el cuerpo, ligeramente rosada debido al aceite de coco, recogéis el chiringuito y os vais a cenar fuerte porque todo el mundo sabe que la playa da hambre.

¡Feliz próximo verano!