A los pocos meses de llegar a Sierra Leona, creo que en los primeros meses de 1993, asistí a la ordenación sacerdotal de Henry Aruna, en Kenema. Toda la ciudad era una fiesta. Días antes de la ceremonia, su padre despidió a su segunda mujer. A pesar de ser católico, seguía la costumbre africana de tener más de una esposa. Así se adaptaba a las normas de la Iglesia católica, quedándose solo con la primera y madre del ordenando.
Luego Henry siguió su carrera, continuó sus estudios fuera del país, enseñó en el seminario y últimamente fue nombrado secretario de la Conferencia Episcopal Interterritorial de Gambia y Sierra Leona.
El pasado año, en abril, al cumplir los 75 años, el obispo de Makeni, en el norte de Sierra Leona, Monseñor George Biguzzi, presentó su dimisión al Vaticano, como manda la ley canónica. Esta le fue aceptada y se esperaba el nombramiento de su sucesor de un momento a otro.
La fecha elegida para el anuncio fue el 6 de enero de 2012, día muy significativo ya que marcaba los 25 años de la ordenación episcopal de Monseñor Biguzzi. Iba a ser una gran celebración en la catedral de Makeni, en medio a la cual se daría a conocer el nombre del nuevo obispo. Pero la fiesta no tuvo lugar, porque los acontecimientos que se desataron la impidieron.
Contrario a la tradición, el Nuncio del Vaticano, que reside en Monrovia, no viajó a Sierra Leona para hacer público el nombre del nuevo obispo. En su lugar, envió un email al Arzobispo de Freetown, Monseñor Tamba Charles, en el que comunicaba el nombre de la persona elegida por el Papa para dirigir la diócesis. El no hacerlo en persona ya vaticinaba que la noticia no iba a gustar y que podría causar problemas.
Así ha sido. Nada más conocerse que se nombraba al Padre Henry Aruna obispo de Makeni, los jóvenes de la diócesis empezaron a levantar barricadas en las iglesias y a amenazar con formar jaleo. Especialmente, en la ciudad de Makeni hubo bastante jaleo. Un amigo me comenta que a había grupos de jóvenes recorriendo las calles principales y amenazando con matar al nuevo obispo mientras rezaban el rosario y cantaban canciones religiosas.
Solo la intervención de alguno de los sacerdotes más ancianos de la diócesis calmó los ánimos y evitó que se recurriera a la violencia. Las iglesias se abrieron para las misas el domingo 8, pero se quedaron vacías, casi nadie asistió.
Laicos y sacerdotes rechazan el nombramiento de un obispo que viene de fuera, que nunca ha trabajado en la diócesis y, sobre todo, que pertenece a la tribu mayoritaria del país, los mendes, que no está presente en el norte, donde predominan los temnes y los limbas.
El tema tribal se ha querido minimizar, pero juega un gran papel en este problema. Es un insulto para las minorías del norte que se imponga un obispo de otra etnia y eso es lo que duele. Además, de los cuatro obispos que hay en el país, 3 son mende y uno kono, ninguno pertenece a las tribus del norte. Es verdad que el cristianismo tiene más arraigo en el sur, pero en los últimos cincuenta años ha experimentado un gran crecimiento en el norte, con gran cantidad de sacerdotes bien formados y con la experiencia necesaria para ejercer ese servicio.
Lo positivo de la noticia es que ya todos los obispos del país son sierraleoneses, que ya no hay extranjeros dirigiendo la Iglesia local, lo cual es un gran paso y algo digno de celebrar. Lo negativo, es que el Vaticano, como siempre, no ha querido escuchar a las bases y ha impuesto un candidato que no es querido. Ahora utiliza la amenaza para obligar a que lo acepten, pero los sacerdotes, religiosos y laicos de la diócesis han jurado no obedecer.
Yo me he puesto en contacto con amigos en Sierra Leona y en la diáspora y se ve que los ánimos están muy exaltados. Aunque este acontecimiento parezca algo muy relativo y pequeño, a mí me impresiona porque demuestra que la gente de Sierra Leona, especialmente los jóvenes, son cada día más conscientes de sus derechos y quieren luchar, de forma pacífica por ellos.
Seguramente que el Vaticano utilizará su diplomacia y sus amenazas para, en nombre de la comunión y de la paz, imponer la aceptación de su candidato, pero mientras se dan pasos hacia una iglesia distinta.
Un pulso, con trasfondo político, del que tendremos que estar atentos para ver quién gana.
Como tema musical de la semana, os propongo un poco de Soul proveniente de Uganda. El artista es Michael Kiwanuka, y el tema Home Again. El LP, con el mismo nombre, saldrá en marzo, así que es una novedad que vale la pena escuchar.