El laberinto de la ausencia: no creo

Por Chemacaballero

Hace unos pocos días, el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunciaba que iba a enviar cien soldados estadounidenses a Uganda para asesorar, que no combatir (salvo en defensa propia), a los ejércitos de la zona en su lucha contra el grupo guerrillero The Lord’s Resistance Army (LRA).

Este grupo, que nació en Uganda en 1987 y tenía sus bases principales en Sudán del Sur, lleva desde 2005 sin operar en el país. Hace tiempo trasladó sus acciones a la República Democrática del Congo, principalmente. Las tropas americanas operaran en cuatro países: Uganda, Sudán del Sur, República Democrática del Congo y República Centroafricana.

Es posible que los soldados lleguen dentro de un par de semanas, pero su presencia no tiene fecha límite. El objetivo de la operación, según fuentes americanas, es el de terminar con la presión que el grupo ejerce en la zona.

A mí, cualquier acción que se emprenda para poner fin a las actividades del LRA me parece fenomenal. Este grupo se caracteriza por su violencia contra los civiles, el secuestro de menores para ser utilizados como soldados o esclavas sexuales, mutilaciones…, vamos, lo normal en cualquier grupo guerrillero africano.

Este no es el primer intento de los EE.UU por terminar con los rebeldes. Ya han financiado otras operaciones contra ellos. Así, en 2008-2009, 17 oficiales norteamericanos y algunos expertos del Pentágono, entrenaron a soldados ugandeses, los equiparon y los lanzaron a la captura de los líderes del movimiento, que se encontraban en la República Democrática del Congo. Tras una inversión  de más de 1 millón de dólares, el ataque terminó en fracaso. Los soldados entrenados para la misión fueron derrotados y los rebeldes, para celebrarlo, asesinaron a 900 civiles.

Yo soy increyente por naturaleza, y con el paso del tiempo me he ido volviendo mucho más desconfiado, por eso, desde que leí la noticia no puedo dejar de preguntarme cuál será el verdadero objetivo que persiguen los Estados Unidos con esta operación. No creo que sea el poner fin al sufrimiento de los civiles. Por tanto debe existir un interés económico detrás de todo esto. Veamos:

-   Uganda: no  hace mucho se descubrió petróleo en el Lago Alberto. Un negocio que se estima reportará al menos 2 mil millones de dólares al año. China ya ha metido las manos en el asunto.

-   Sudán del Sur: lo mismo, mucho petróleo y mucha inversión china.

-   República Centroafricana: igual.

-   República Democrática del Congo: aquí el problema no es el petróleo, sino el coltan.

Dos de estos países, además, limitan con Ruanda, donde no entrarán las tropas americanas, que se sepa, entre otras cosas porque allí no opera el LRA. Pero lo traigo a colación porque al mismo tiempo que se decidía el envío de soldados norteamericanos a la zona, se aprobaba la firma de un acuerdo de inversión bilateral entre Estados Unidos y Ruanda. Este tratado facilita las relaciones comerciales entre los dos países, al mismo tiempo que favorece e incentiva las inversiones americanas.

¿Qué produce Ruanda que sea tan importante para Estados Unidos y que justifique la firma de este acuerdo? Café y té son las grandes exportaciones del país africano. Pero no creo que los americanos consideren estas materias como muy estratégicas. Por eso, para ser justos hay que decir que Ruanda también exporta minerales (oro, coltan…) por un valor (declarado) de 117 millones de dólares al año. Sorprendentemente, en Ruando no hay minas. Por eso hay que mirar a lo que pasa en la República Democrática del Congo y enterarse de cómo muchos de sus minerales cruza, ilegalmente, la frontera hacia Ruanda, bajo las narices de los cascos azules de Naciones Unidas, desde donde prosiguen su camino hacia Occidente. Esta es la verdadera razón que justifica el tratado y lo que convierte al país africano en un lugar estratégico para los americanos.

Resumiendo: podemos deducir que la verdadera intención que existe detrás de la decisión del envío de tropas norteamericanas a Uganda no es tanto la vida y la seguridad de la población civil como el proteger los intereses americanos en la zona y asegurarse el acceso a materias primas, en directa confrontación con China. El resto de las conclusiones las puede sacar el lector.

Algo positivo, porque si no veo que no levantamos cabeza: si estáis, o pasáis, por Zaragoza no dejéis de visita la exposición Colores de África. Yo la estuve viendo, junto a mis amigos Gervasio Sánchez y  Choco, la semana pasada. Es interesante, simpática y no tiene grandes pretensiones. Después nos fuimos a tomar unas cañas, que para eso era víspera del Pilar.

Como música, hoy os propongo un tema de Iryn Namubiru, ugandesa que vive en París, que se titula Birowoozo.