El lado bueno de la crisis

Publicado el 09 abril 2012 por Franky
Aunque usted no lo crea, la terrible crisis que padecemos, la que fabrica pobres y desempleados sin descanso y amenaza con arruinarnos y destruir nuestro sistema de vida, tiene un lado bueno. Su mejor faceta es que está abriendo los ojos a los esclavos aborregados para que se den cuenta que lo que falla es el sistema y sus representantes, esos que gobiernan el mundo a golpe de fracaso, los mismos que han provocado esta crisis, los que han sido incapaces de prevenirla, los que nos reclaman todo el poder y los impuestos sin darnos a cambio otra cosa que un mundo cada día más injusto, desigual, violento, inseguro y degradado. ---- Si la actual crisis sirviera al menos para que asumamos que el verdadero gran problema del mundo es la baja calidad de sus líderes políticos, la escasa eficacia y solvencia de los gobernantes, entonces bienvenida sea porque habría abierto las puertas a la gran reforma que el mundo necesita, la de recuperar esa verdadera democracia que nuestros políticos han asesinado a traición, sustituyéndola por una oligocracia de partidos que ha demostrado ser ineficiente, corrupta y degradante. Es cierto que hay algunos políticos buenos y honrados, pero, como colectivo, son culpables de haber convertido lo público en una estafa y merecen la calificación generalizada de "corruptos" porque los que no lo son se han convertido en cómplices por no denunciar a las canallas que denigran la política en sus propias filas.

"Dejadnos todo el poder, que nosotros arreglaremos el mundo", nos dijeros después de la Segunda Guerra mundial, y se lo dimos porque nos sentiamos amenazados por los misiles de la "Guerra Fría" y creíamos que necesitábamos un mando fuerte y expeditivo para escapar del holocausto nuclear. Pero, transcurridas seis décadas, la Guerra Fría ha desaparecido y ellos continuan mandando con plenos poderes, a pesar de que han fracasado porque el mundo que han construido es peor que el que les cedimos, con más hambre, más pobreza, más violencia, más inseguridad, más desempleo, más injusticia, más desigualdad y menos valores humanos y derechos cívicos.

Han aprovechado el poder para acaparar ventajas y privilegios y han cavado trincheras para que el ciudadano, expulsado de los procesos de toma de decisiones, no pueda expulsarlos a ellos del mando supremo. Se han convertido en amos injustos e ineficaces que gobiernan mal el planeta y a los que ya no podemos echar. Son opresores que se escudan en las urnas y la peor de las plagas.

Han abandonado todo atisbo de verdad y de ética en el ejercicio del poder y no han sentido vergüenza alguna a la hora de acaparar todo el poder posible. Han controlado los medios de comunicación, cobran impuestos sin tener que rendir cuentas al ciudadano que los paga, se suben los sueldos sin control porque se creen como dioses y no son capaces de ofrecer a cambio éxito alguno, sino todo lo contrario, una catarata de errores y de fracasos, gracias a los cuales el mundo es cada vez más caótico y sucio. La actual crisis de la economía mundial, que amenaza con destruir el orden, la paz y la prosperidad, es el último fruto de su la demencia e impericia del nefasto liderazgo que nos gobierna.

Dicen que la crisis actual se ha debido a que el mercado, el capitalismo y las finanzas se han desmandado porque necesitaban más controles del Estado, pero es mentira porque ocultan que el sector financiero era y es el más controlado por el poder público. A través de los bacos centrales controlaban a los demás bancos; a traves de los organismos reguladores controlaban cada producto financiero que salía al mercado. La estafa a los ahorradores y el caos bancario han sido obras de la impericia y la dejadez de los políticos. La verdad cruda es que no han hecho nada bien, sino cobrar impuestos, que es su gran especialidad y su única aportación a la eficiencia.

¡Ojalá la crisis sirva para descubrir la gran estafa que constituye el actual poder político! ¡Ojalá el terrible daño que han causado a nuesto mundo nos sirva para recuperar el control de un sistema democrático que ha sido prostituido hasta la vergüenza y se nos ha escapado de las manos!

Ellos (los políticos) han violando los santuarios de la democracia y dinamitando todos los controles de seguridad que tenía el sistema. Gracias a esos mismos dirigentes que se llaman "democráticos", la Justicia ha perdido su independencia; los poderes básicos del Estado están controlados por los partidos; los ciudadanos han sido expulsados del sistema; la prensa, que tenía que ser crítica y libre para vigilar y controlar al poder, ha sido sometida; la sociedad civil, cuya fuerza es vital para que funcione como contrapeso del Estado, ha sido ocupada por los partidos y apaleada, hasta ponerla en estado de coma; la ley ha dejado de ser igual para todos; la Constitución es papel mojado; la corrupción ha otorgado patente de corso a los rufianes y los grandes valores han sido erradicados de la sociedad, desde la honradez y el respeto hasta la solidaridad y el apoyo mutuo.

Bendita sea la crisis, a pesar del dolor que trae consigo, si por lo menos sirve para que logremos restaurar la decencia en el mundo y podamos enviar a las mazmorras a aquellos que han destrozado la prosperidad y han destruido los valores y principios que sostenían y equilibraban la convivencia. La única manera de recuperar la decencia ciudadana es encarcelando a los canallas. No existe otra vía hacia un futuro decente y justo.