Se puede ver como que fue una de las perdedoras de l noche de los Oscars, pero sin duda, fue una de las ganadoras. Vale que solo recogió el premio la actriz protagonista, Jennifer Lawrence, de las ocho nominaciones a las que optaba. Pero precisamente esas ocho nominaciones, ya son un premio, pues hace ya treinta años, que no se daban en una misma película las nominaciones de todo el elenco protagonista, incluidos los secundarios, así como director, guión, y director. Por lo tanto, para mi ya triunfo en la preceremonia.
Pat (Bradley Cooper), es un enfermo mental, que tras pasar ocho meses en una institución mental, derivados de un episodio violento con su mujer, vuelve a casa de sus padres. Esta decidido a encarrilar su vida, y poder volver a conquistar a su mujer, cuando se cruza en su camino Tiffany (Lawrence), una mujer que acaba de perder a su marido, y utiliza el baile como manera de superarlo. Mutuamente se ayudan, pues Tiffany, es hermana de la mejor amiga de la exmujer de Pat, y Pat, le ayuda con el baile, siendo su pareja en un concurso semiprofesional de baile.
En definitiva, una gran película, que funciona de verdad como comedia, y como drama, con un gran trabajo actoral y de dirección por parte de David O. Russell. La recomiendo sin lugar a dudas.