Cuando el personaje decide publicar algo que no es suyo, a sabiendas, se priva así para siempre de saber si su obra habría valido de verdad, ya que sus obras verdaderas son publicadas gracias al éxito del primero. Realmente tiene un éxito que no le corresponde y la culpa seguramente le perseguirá por siempre. Lo que pasa que para eso hay que tener escrúpulos y conciencia. Todos nos equivocamos, lo malo es cuando ni siquiera queremos arreglar lo que estropeamos.
Cuando el personaje decide publicar algo que no es suyo, a sabiendas, se priva así para siempre de saber si su obra habría valido de verdad, ya que sus obras verdaderas son publicadas gracias al éxito del primero. Realmente tiene un éxito que no le corresponde y la culpa seguramente le perseguirá por siempre. Lo que pasa que para eso hay que tener escrúpulos y conciencia. Todos nos equivocamos, lo malo es cuando ni siquiera queremos arreglar lo que estropeamos.