En el noroeste de Zamora, muy cerca de Galicia y Portugal, nos encontramos con un paisaje singular fruto de la acción de los últimos glaciares del cuaternario. Se trata del mayor conjunto de lagos fuera del Pirineo, entre los que destaca el Lago de Sanabria por ser el mayor lago de origen glaciar de la Península.
Es una zona muy fresca, a caballo entre los rigores de la canícula mesetaria y las humedades atlánticas. En las zonas de menor altitud se desarrollan frondosos robledales salpicados de abedules y viejos castaños que, según se asciende, van dando paso a turberas, extensos brezales y pastizales que desde hace siglos han sido aprovechados por los ganados trashumantes.
La arquitectura popular es muy peculiar, con casas de piedras, tejados de oscuras losas de pizarra y en ocasiones adornadas con bonitas balconadas de madera, dando lugar pueblos muy pintorescos, como San Martín de Castañeda, Pedrazales, Vigo y Porto.
Es un territorio que nos ofrece muchas posibilidades para disfrutar de la naturaleza y el paisaje. Senderismo, montaña, piragüismo, observación de lobos, gastronomía y en invierno paseos con raquetas de nieve, son solo algunas de sus posibilidades.
Lo que cuenta el patrimonio cultural …
Tras épocas algo vacías de información, es a finales del S IX cuando estas comarcas fueron repobladas, iniciándose un periodo de esplendor en que tuvo un papel muy relevante el Monasterio de San Martín de Castañeda del que hoy parte ha sido habilitado como la Casa del Parque Natural.
La arquitectura tradicional de toda la comarca es muy llamativa, con casas de piedra y tejados de pizarra que en muchos casos está bien conservada. También hay puentes, molinos, construcciones pastoriles, molinos, potros, etc.
Hay que reseñar, por su interés etnográfico, que fuera del parque, pero muy cerca, hay dos trampas tradicionales para capturar lobos muy bien conservadas: el cortello dos lobos en Lubian y el curro dos lobos en Barjacoba. Ambas están muy cerca del pueblo. Se cree que ambos cortellos han estado en activo durante cientos de años hasta que dejaron de usarse en la década de los 50.
Sanabria es una comarca fundamentalmente ganadera y trahumante y la agricultura es de subsistencia, con pequeños huertos familiares para el autoconsumo. Es interesante reseñar que hasta la llegada de la patata, con el descubrimiento de América, la castaña era un alimento de gran importancia.
Por su gran belleza, en 1946 el lago y su entorno fueron declarados Sitio Natural de Interés Nacional, por lo que es uno de los espacios naturales que ha gozado de protección desde más antiguo.
En los años 50 se construyeron algunas presas en la zona para aprovechar el potencial hidroeléctrico, una de ellas en rio Tera, 7,5 kilómetros aguas arriba de Ribadelago. La noche del 9 de enero de 1959, las intensas lluvias y la mala construcción de la presa hicieron que esta reventara. Las aguas bajaron en tromba por la garganta del Tera y al llegar a Ribadelago la ola alcanzaba 9 metros de altura. El agua arrasó el pueblo y mató a 144 personas, un tercio de la población del pueblo, incluido catorce familias al completo.
Como en muchas otras zonas del país, en la década de los sesenta mucha gente emigra a la ciudad en busca de mejores condiciones de vida y toda la comarca entró en decadencia, hasta hoy que se ha conevrtido en importante destino turístico.
Lo que cuentan las “piedras” …
También podemos percibir que el perfil de los valles tiene forma de U, lo que indica que es un valle de origen glaciar. Dentro del parque también hay circos glaciares, como los de Cueva y Suspiazo, pero los más importantes están en la zona de las Trevincas.
Abundan las turberas y los cursos de aguas, entre los que hay que reseñar el río Tera, que nace en las Trevincas, en la provincia de Orense, cuyo cauce se encuentra encajonado dando lugar al Cañón del Tera.
Lo que cuenta la flora y la fauna …
La vegetación del Parque Natural está condicionada por la confluencia en la zona de dos grandes mundos vegetales, el mediterráneo y el atlántico y por la existencia de hielos perpetuos hasta hace 10.000 años que permitió la persistencia de especies típicamente de ambientes alpinos y boreales, algunas de las cuales han ido derivando en especies propias de la zona (endemismos). Todo ello posibilita la existencia de una gran diversidad florística, con más de 1500 especies catalogadas.
En las zonas más bajas predomina hay extensos melojares (Quercus pyrenaica), con castaños, abedules, tejos, serbales, avellanos, roble común y otras especies.
Fuera del Parque, en Requejo de Sanabria, se encuentra la Tejeda de Tejedelo, una de las mayores de España. Es un bosque de tejos con acebos, abedules, avellanos y serbales, entre los que destacan dos tejos cuya edad ha sido estimada en más de 1500 años.
Los mamíferos están muy bien representados. Además de lobo, ciervo, jabalí y corzo, hay nutria, armiño, marta, garduña, gato montés, tejón y muchas otras. Una de las especies más relevantes del parque es el desmán de los Pirineos, especie endémica de la Península.
Por las características del hábitat, las aves representativas son propias de zonas más norteñas, de ambientes forestales y campiñas, halcón abejero, perdiz pardilla, chocha perdiz, acentor y diversidad de rapaces completan el cortejo.
Conocer el parque
Un buen comienzo pasa por la visita a la casa del parque en San Martín de Castañeda, donde es fácil comprender la influencia de los glaciares en el paisaje y lo que cuenta este sobre la economía local y el actual patrimonio natural.
Luego proponemos 3 rutas, dos de ellas circulares, la del cañón del Tera y la del cañón del Cárdena y otra lineal, la de la laguna de Yeguas que atraviesa brezales y turberas.
Para reponer fuerzas, la comida sanabresa que ofrecen en San Martín de Castañeda … habones trucha, ternera, setas … y de recuerdo un buen bote de miel
Buen viaje !