Tres días de trekking hasta llegar a este lago. Y el esfuerzo a merecido mucho la pena porque este “laguito” de 22km de largo y 12km de ancho ha brindado algunas de las imágenes más impresionantes y curiosas del viaje.
Alrededor del lago hay más de mil estupas budistas y cerca de cien kyaung (monasterio budista). La tribu principal que habita el lago son los itha que obviamente son budistas.
El lago no es como uno está acostumbrado ya que no tiene un borde definido, no hay una orilla como tal y es medio complicado de explicar porque. El caso es que a las orillas están los campos de arroz que se inundan, mientras por pequeños paseos se llega a pueblos que se podrían incluso considerar dentro del lago pero que a la vez son tierra firme.
Del lago viven más de 130.000 personas de las cuales 60.000 viven directamente en el lago y sus orillas. El principal motor de la economía del lago son las plantaciones de tomates y otras verduras, frutas, flores y arroz. Por supuesto también la pesca como no podía ser de otra forma, es una importante fuente de ingresos y para el turista o para el ajeno al lugar una de las imágenes más bonitas del lago.
Los pescadores de este lago han adoptado una forma única de pescar, o más bien de remar. Ya que para poder observar mejor los bancos de peces y tener más maniobrabilidad reman con una pierna en vez de usar los brazos, y así estos están libres para desenredar o lanzar las redes mientras reman. Es realmente impresionante ver la destreza con las que se deslizan por las aguas poco profundas sin hacer siquiera un aman de caerse…
La mejor manera de explorar el lago es hablando con un barquero y negociando un buen precio por un día entero en el que te mostrara pagodas, mercados, y las típicas turistadas donde un herrero, un ebanista, un joyero, tejedoras, un taller de paraguas o incluso una demostración de una fábrica de cigarros. Y tras le demostración te pasan a la tienda donde te ofrecen el producto que fabrican. La verdad es que en realidad está muy bien, ya que ni insisten y siempre están con la sonrisa, no ha sido nada pegajoso, como a veces resultan estos paseos. Justo lo contrario.
La barca todo el día saliendo a las 8:00 y volviendo al hotel a las 18:30 nos ha salido por12$, pero se trata de temporada baja y nos da un poco de margen para negociar. La comida por 1.5$, en un restaurante con vistas a un gran templo junto a los canales.
Una excursión preciosa, muy recomendable y uno de los principales puntos turísticos del país. Que si se tiene suerte se puede visitar en un día soleado y solos sin más turistas. El karma de nuestra parte.